18 estados mexicanos reportan casos de lepra

México ha registrado 89 casos de lepra en lo que va de año, según un boletín del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica.

México ha registrado 89 casos de lepra en lo que va de año (50 se han dado en hombres y 39 casos en mujeres), según un boletín que ha elaborado el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Según este texto, Sinaloa es la entidad con más casos de lepra, al contar con un total de 32 pacientes, de los cuales 15 son masculinos y 17 femeninos.

A Sinaloa le siguen Michoacán, que cuenta con 15 casos (8 hombres y 7 mujeres); Jalisco con 6 (cinco hombres y una mujer); Nayarit con 5 (un hombre y cuatro mujeres); Chiapas con 4 (tres hombres y una mujer); y Nuevo León, también con 4 casos (dos hombres y dos mujeres).

Los estados que tienen entre uno y tres casos son: Estado de México (1), Morelos (1), Oaxaca (1), Aguascalientes (1), Baja California (2), Coahuila (2), Guanajuato (2), Quintana Roo (2), Tamaulipas (2), Colima (3), Guerrero (3), Yucatán (3).

Afecta a nervios periféricos, piel, mucosas y ojos

Desde el año 2005, la cifra a nivel mundial de casos de lepra ha pasado de 1 millón a 300 mil en los últimos 20 años y se ha estabilizado entre los 200 y los 300 mil, según datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La lepra es una enfermedad crónica infectocontagiosa causada por Mycobacterium leprae, que afecta principalmente nervios periféricos, piel, mucosas de las vías respiratorias altas y ojos y, en ocasiones, es sistémica.

Desde el año 1994, la lepra yo no es considerado un problema de salud pública y esto es debido a que México registra una prevalencia de menos de 1 caso por cada 100 mil habitantes.

Se transmite mediante microgotas de secreción

Eso sí, la OMS ha señalado que, aunque no es muy contagiosa, sí que se transmite mediante microgotas de secreción que, al hablar, toser o estornudar, son expulsadas por el enfermo y el sujeto sano al inhalarlas es contagiado.

La dependencia, lo que establece es que es una enfermedad crónica que tiene cura con un tratamiento médico a base de antibióticos para así eliminar la sintomatología que se caracteriza, fundamentalmente, por lesiones o de color rojizo en la piel, así como el entumecimiento que se puede generar en los pies y manos.