3 Técnicas de PNL que puedes usar en el aula de clases

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Una de las actividades más gratificantes que puede realizar un médico experimentado es la docencia. La posibilidad de transmitir conocimientos y experiencia a los médicos del futuro es una gran manera de contribuir a la mejora de la práctica médica.

Se requiere de una destacada carrera y un gran reconocimiento en la comunidad para que un médico pueda convertirse en docente universitario. Ciertamente no es una tarea fácil.

Para ser un buen profesor en la facultad de medicina no basta con ser un buen médico. Dar clases a jóvenes requiere de destrezas lingüísticas, psicológicas y comunicativas que aplanen los canales de comunicación con la audiencia.

En este sentido, es válido hacerse con todas las herramientas que puedan ayudar a convertirte en un mejor docente. Por ejemplo, las prácticas de Programación Neurolingüística pueden ser absolutamente invaluables.

A pesar de que el PNL es un campo profundo y para dominarlo se requieren años de estudio y práctica, algunos principios básicos pueden ser aplicados sin experiencia. En la mayoría de los casos, consiguen resultados inmediatos en el impacto frente a la audiencia.

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Veamos algunas técnicas de PNL que puedes usar en tu rol de docente médico:

Anclaje emocional:

El anclaje emocional es básicamente el uso de experiencias, emociones, creencias o sensaciones que disparan ciertos estados de ánimo en los oyentes y focalizan su atención.

Un truco clásico es el del asiento mágico en el salón de clases. Puedes sentar a un alumno inseguro en el “asiento mágico” y decirle que este puesto le ayudará a entender mejor la clase. 

Sin embargo, son muchas las cosas que puedes hacer para conectar las emociones con la atención. El truco consiste en convencer a los alumnos de que ciertas prácticas pueden fortalecer sus destrezas.

Afirmación positiva:

Esta técnica es muy básica y fácil de usar. Su principio consiste en utilizar lenguaje positivo en lugar de negativo para incentivar la seguridad del oyente. 

Comenzar una frase con “Esto es pan comido” es mucho mejor a nivel docente que decir algo como “Esto no es fácil, pero puedes lograrlo…”

El uso de frases positivas y empoderadoras mejorará el ánimo de los alumnos frente a las clases que consideren más complicadas. Los resultados serán inmediatos y se mostrarán mucho más dispuestos a escucharte con atención.

Relajación:

Existen muchos antecedentes sobre la aplicación de esta técnica por parte de docentes universitarios. Necesidad de relajación parte desde el principio de que los nervios y la ansiedad son obstáculos en el proceso de aprendizaje. Un estudiante inseguro y nervioso no estará en la mejor disposición de aprender.

La relajación en el PNL consiste en disminuir los niveles de estrés ayudando al estudiante a sentirse cómodo con ciertas situaciones. Por ejemplo, implementar exámenes de prueba puede ayudar a que los estudiantes más nerviosos se familiaricen con tu metodología y pierdan el miedo a los exámenes.

Se requiere de una destacada carrera y un gran reconocimiento en la comunidad para que un médico pueda convertirse en docente universitario. Ciertamente no es una tarea fácil.

Para ser un buen profesor en la facultad de medicina no basta con ser un buen médico. Dar clases a jóvenes requiere de destrezas lingüísticas, psicológicas y comunicativas que aplanen los canales de comunicación con la audiencia.

En este sentido, es válido hacerse con todas las herramientas que puedan ayudar a convertirte en un mejor docente. Por ejemplo, las prácticas de Programación Neurolingüística pueden ser absolutamente invaluables.

A pesar de que el PNL es un campo profundo y para dominarlo se requieren años de estudio y práctica, algunos principios básicos pueden ser aplicados sin experiencia. En la mayoría de los casos, consiguen resultados inmediatos en el impacto frente a la audiencia.

Veamos algunas técnicas de PNL que puedes usar en tu rol de docente médico:

Anclaje emocional:

El anclaje emocional es básicamente el uso de experiencias, emociones, creencias o sensaciones que disparan ciertos estados de ánimo en los oyentes y focalizan su atención.

Un truco clásico es el del asiento mágico en el salón de clases. Puedes sentar a un alumno inseguro en el “asiento mágico” y decirle que este puesto le ayudará a entender mejor la clase. 

Sin embargo, son muchas las cosas que puedes hacer para conectar las emociones con la atención. El truco consiste en convencer a los alumnos de que ciertas prácticas pueden fortalecer sus destrezas.

Afirmación positiva:

Esta técnica es muy básica y fácil de usar. Su principio consiste en utilizar lenguaje positivo en lugar de negativo para incentivar la seguridad del oyente. 

Comenzar una frase con “Esto es pan comido” es mucho mejor a nivel docente que decir algo como “Esto no es fácil, pero puedes lograrlo…”

El uso de frases positivas y empoderadoras mejorará el ánimo de los alumnos frente a las clases que consideren más complicadas. Los resultados serán inmediatos y se mostrarán mucho más dispuestos a escucharte con atención.

Relajación:

Existen muchos antecedentes sobre la aplicación de esta técnica por parte de docentes universitarios. Necesidad de relajación parte desde el principio de que los nervios y la ansiedad son obstáculos en el proceso de aprendizaje. Un estudiante inseguro y nervioso no estará en la mejor disposición de aprender.

La relajación en el PNL consiste en disminuir los niveles de estrés ayudando al estudiante a sentirse cómodo con ciertas situaciones. Por ejemplo, implementar exámenes de prueba puede ayudar a que los estudiantes más nerviosos se familiaricen con tu metodología y pierdan el miedo a los exámenes.  

 

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