El ENARM es un examen que representa un paso crucial para los médicos recién egresados que desean realizar una especialidad. Se trata de una prueba obligatoria que deben presentar para cumplir su sueño aunque implica muchos desvelos, sacrificios y hasta una inversión económica. Por lo mismo, hay un sector del gremio que ni siquiera participa en el proceso.
Con respecto a los profesionales de la salud existen muchos caminos que pueden tomar al momento de concluir la formación básica. Incluso es posible ejercer la carrera como médico general sin problemas. Aunque en todos los casos la actualización médica es una obligación de por vida.
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¿Cuál es el objetivo del ENARM?
Por otra parte, una de las alternativas más comunes para los médicos generales es cursar una especialidad. Debido a la elevada cantidad de aspirantes fue necesario crear una prueba que funciona como un “filtro” para elegir sólo a los más capacitados. De otra forma sería imposible alojar a todos los jóvenes dentro de los hospitales del país.
A partir de lo anterior, en 1977 surgió el ENARM como un examen de conocimientos conformado por casos clínicos de opción múltiple. Su contenido está basado en todo lo visto a lo largo de la carrera y el internado.
¿Por qué NO vale la pena presentar el ENARM?
En el pasado te compartimos un artículo con los principales motivos por los cuales vale la pena hacer el esfuerzo y presentar el ENARM. En esta ocasión nos vamos a enfocar en el aspecto opuesto y algunas razones por las que algunos jóvenes ya no están interesados en la prueba.
Desgaste emocional y psicológico
- Frustración por no quedar: No aprobar el ENARM después de un esfuerzo considerable puede generar una profunda frustración, desilusión y, en algunos casos, afectar la salud mental del médico.
- Pérdida de tiempo y recursos: Invertir meses o incluso años en la preparación y el examen, sin obtener una plaza, puede sentirse como un tiempo y dinero perdidos, retrasando el desarrollo profesional en otras áreas.
Elevada competencia y baja tasa de aceptación
- Ratio aspirantes/plazas: Cada año, decenas de miles de médicos se presentan al ENARM pero el número de plazas disponibles para residencias es significativamente menor. Tan sólo en el 2024 la tasa de aceptación fue del 39%, lo que significa que la probabilidad de éxito en el primer intento es muy baja y muchos médicos deben intentarlo en varias ocasiones, lo que puede ser desgastante.
- Presión y estrés: La competencia genera un nivel de estrés y ansiedad considerable. La preparación exige una dedicación extenuante de tiempo y recursos económicos sin garantía de un resultado positivo.
No querer una especialidad o preferir otra ruta profesional
- Intereses diferentes: No todos los médicos desean una especialidad. Algunos pueden tener vocación por la medicina general, la salud pública, la investigación, la docencia, la gestión hospitalaria o la industria farmacéutica, entre otras. Para estos perfiles, el ENARM no es una vía necesaria ni deseable.
- Oportunidades laborales para el médico general: Aunque el mercado laboral para médicos generales puede ser desafiante en algunas zonas, existen oportunidades en el sector público (IMSS, ISSSTE, SSA en primer nivel de atención, zonas rurales) y privado (consultorios, clínicas, empresas, seguros).
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Dificultad intrínseca del examen y factores aleatorios
- Vastedad del temario: El ENARM evalúa una vasta gama de conocimientos de la medicina general, lo que requiere un dominio profundo de múltiples áreas clínicas.
- Variabilidad en la dificultad: Algunos aspirantes han reportado variaciones en la dificultad de las versiones del examen en diferentes días o sedes, lo que podría generar una percepción de inequidad.
- Formato de selección: Aunque se evalúa el razonamiento clínico, la naturaleza de un examen de opción múltiple puede no reflejar completamente la capacidad y el conocimiento real de un médico para la práctica clínica.
Existencia de otras opciones de posgrado para médicos
- Maestrías y Doctorados: Para aquellos interesados en investigación, salud pública, administración de hospitales o docencia, realizar una maestría o doctorado es una excelente alternativa que no requiere el ENARM.
- Diplomados y Alta Especialidad: Existen diplomados y cursos de alta especialidad en diversas áreas que, si bien no confieren el título de especialista, permiten al médico profundizar conocimientos y habilidades en un campo específico.
- Estudiar en el extranjero: Algunos médicos optan por buscar oportunidades de especialización en otros países como Estados Unidos, España o Alemania donde los requisitos y procesos son distintos.
Finalmente es importante dejar en claro que el objetivo de todo lo anterior no es desanimar a nadie. Si alguien desea presentar el ENARM está en todo su derecho aunque siempre es importante hablar de otras opciones que tienen los médicos egresados más allá del examen.