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Amputación: ¿Cuándo se hace necesaria?

Amputación: ¿Cuándo se hace necesaria?

Preservar la vida es la principal tarea de los profesionales de la salud. Pero, en medio de esta importante labor, deben tomar decisiones que pueden llegar a perturbar física y emocionalmente a los pacientes. Es el caso, del proceso de amputación de una extremidad, donde este corte quirúrgico puede significar para muchos estancarse o empezar de nuevo.

De hecho, la medicina moderna trata por todos los medios de evadir esta opción. Sobre todo, porque este traumatismo requiere no solo de procedimientos rigurosos, sino también de riesgos y largos periodo de rehabilitación, que disminuye la calidad de vida del individuo. Lo que lleva a que solo en casos extremos se tome en cuenta esta alternativa como la mejor opción.

Una amputación implica riesgos

En realidad, la amputación ha pasado a ser una técnica que los médicos y especialistas quieren poner en desuso. Sin embargo, cuando la salud del paciente se deteriora paulatinamente; a causa de un tumor, una infección peligrosa que ha llegado al punto de gangrenar el tejido o existe una pérdida total de irrigación sanguínea por congelamiento; y otros tratamientos han fallado, se hace obligatorio tomar esta acción.1

Además, en medio de un accidente o cuando se presentan complicaciones con ciertas patologías; como la diabetes mellitus, la enfermedad de Buerger o una embolia arterial; se necesita ser consciente, de que la amputación se convierte en una alternativa para preservar la vida del individuo y mejorar sus condiciones de salud.1

Sin embargo, la amputación no será posible cuando el paciente tiene una infección activa o presenta cardiopatías sin tratar. A la vez, que al analizar el cuadro clínico se encuentra con una obesidad mórbida, la diabetes en estado muy avanzado o la coagulación sanguínea muy reducida, dando paso a correr el riesgo de realizar una cirugía de este tipo con complicaciones mortales.1

A tener en cuenta

Realmente, es necesario conocer las implicaciones que lleva a cuestas una amputación. Sobre todo, porque no solo se debe buscar mecanismos como las prótesis para mejorar la movilidad y la rehabilitación. Si no, que también existen ciertos síntomas que deben ser atendidos para tener una pronta recuperación.

Es así, como a corto plazo se puede presentar en el área cauterizada infecciones, inflamación, abscesos y problema en la piel. Igualmente, en la zona del muñón, la sensibilidad puede verse alterada, fuera de generar complicaciones como la formación de espolones óseos o necrosis celular. Por tanto, seguir las recomendaciones médicas y las medidas de asepsia es innegociable.2

De esta misma forma, es probable que en el tiempo los cambios posturales sean los culpables de problemas musculo esqueléticos, disminución en la fuerza renal y patologías cardiacas debido al sobreesfuerzo. Asimismo, se debe tener en cuenta, que la carga emocional puede desatar alteraciones psicológicas, que en todo caso requieren de la orientación y apoyo de un grupo interdisciplinario donde el psicólogo y el terapeuta al igual que fisioterapeuta deben de conformar.2

Podemos ver….

Que es claro, que una amputación se hace necesaria cuando de ello depende la vida del paciente. De ahí, que el personal sanitario no tome esta clase de decisión a la ligera, sin antes estimar los pro y contras. Por ello, ante una deficiencia congénita, un pie diabético en estado grave o un caso de ortopedia; donde se limita la circulación sanguínea; se realizan exámenes diagnósticos, para evaluar la viabilidad de otro tratamiento antes de proceder con este.

Referencias:

1.Sánchez Portela Carlos Antonio. Amputación traumática de miembros inferiores. Rev. Cubana Cir [Internet]. 2019 jun [citado 2021 Sep.  02]; 58(2): e645. Disponible en:

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-74932019000200010&lng=es.

  1. Farro Luis, Tapia Raquel, Bautista Luz, Montalvo Rosa, Iriarte Hermelinda. Características clínicas y demográficas del paciente amputado. Rev. Med Hered [Internet]. 2012 oct [citado 2021 Sep.  02]; 23(4): 240-243. Disponible en: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1018-130X2012000400005&lng=es.

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