Clasificación de pacientes con Covid-19 persistente por sus síntomas

La Covid-19 persistente se genera cuando las molestias o síntomas se prolongan por más de 12 semanas en los supervivientes.

Desde hace año y medio se vive una de las emergencias sanitarias más graves de la era moderna. Aunque ahora parece que lo peor ya pasó, en cualquier momento se podrían presentar rebrotes, en especial con la llegada de la temporada invernal. Por su parte, uno de los problemas es que algunos de los pacientes mantienen los síntomas y molestias por un largo período de tiempo y eso ha dado origen a la Covid-19 persistente.

De esta forma, una de las mayores indicaciones es mantener las medidas de higiene y protección personal inclusive después de recibir la vacuna de cualquiera de las farmacéuticas. El máximo objetivo de los biológicos es disminuir el riesgo de etapas graves de la enfermedad y no contagios.

Ahora bien, al hablar en específico de la Covid-19 persistente, su definición más clara es que se trata de la infección cuando se mantiene en el paciente durante un largo período. Cuando las secuelas permanecen por más de 12 semanas después de haber egresado del hospital se utiliza esta denominación.

Por su parte, con el pasar del tiempo ha sido posible obtener un panorama más completo de esta etapa de la enfermedad. A partir de varios estudios que se han realizado se han identificado hasta medio centenar de molestias que los supervivientes desarrollan. Aunque algunas son más peligrosas que otras, al final todas provocan una disminución en la calidad de vida.

Pero mientras hasta ahora se suele ver a la Covid-19 persistente como un único problema, en realidad podría tener varias clasificaciones. Todo parte de un artículo publicado en The New York Times en el que se menciona que se puede dividir en tres categorías. Lo que marca la diferencia entre cada una son los síntomas de los pacientes.

Categoría 1

Tos persistente y fatiga hasta por tres meses, una evolución inesperada para los que se recuperan de una enfermedad respiratoria importante, como neumonía.

Categoría 2

La segunda incluye a los pacientes que desarrollaron síndrome de dificultad respiratoria aguda durante el curso de su infección. Estos individuos desafortunados probablemente sufrieron daño pulmonar que puede haber desencadenado daño renal y delirium. Además es posible que nunca recuperen la función completa.

Categoría 3

El tercer grupo incluye a los pacientes que refieren una amplia variedad de síntomas menos específicos que incluyen, pero no se limitan a, fatiga intensa, niebla cerebral, disnea, síntomas digestivos, dolor crónico y palpitaciones.

Para este tipo de situaciones se necesita brindar apoyo especial a los pacientes. A partir de la evidencia científica ya se cuenta con algunas guías médicas oficiales que debes conocer. Se trata de documentos en los que se indican los cuidados especiales que se deben ofrecer a las personas con Covid-19 persistente.

La guía inglesa

Uno de los primeros trabajos profesionales fue el realizado por el Instituto Nacional de Salud y Cuidados de Excelencia del Reino Unido (NICE) y el Royal College of General Practitioners (RCGP). Entre ambos desarrollaron un documento sobre el manejo que se debe otorgar a este tipo de pacientes. La guía fue publicada en el British Medical Journal y aquí la puedes descargar.

Por su parte, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y 48 sociedades científicas y pacientes se encargaron de elaborar otra Guía clínica para la atención de pacientes con Covid-19 persistente.

Recomendaciones en español

El documento es uno de los más completos que existen porque abarca desde las pruebas de laboratorio recomendadas y la valoración de comorbilidades hasta al abordaje terapéutico. También recomienda tratamientos específicos y ejercicios específicos que deben seguir los pacientes. El archivo lo puedes descargar aquí.

Recomendaciones de la OMS

Finalmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también cuenta con sus propias directrices. Lo primero que recomienda es el uso de anticoagulantes en dosis bajas para los pacientes que muestren síntomas persistentes incluso después de superar el virus.

Además también señala que debe existir una medición frecuente de oxígeno en la sangre. Por lo mismo, se hace hincapié en que los pacientes deben de contar con un pulsioxímetros en su domicilio. Mientras que sumado a lo mencionado también deben prevalecer las revisiones médicas periódicas para verificar la situación de los supervivientes.

Otra recomendación que se menciona es para los pacientes hospitalizados que requieren oxigenación suplementaria o ventilación no invasiva. En ese tipo de situaciones la OMS indica que la mejor postura para incrementar el flujo de oxígeno es la de decúbito prono.