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¿Cómo debe ser el uso de guantes por parte del personal médico?

Entre el personal sanitario, el riesgo de contagio biológico por exposición accidental es uno de los más frecuentes. Como exposición accidental se denomina a una lesión percutánea (corte o pinchazo), contacto de mucosa o piel no intacta, con tejido, sangre u otro fluido corporal potencialmente infeccioso.

El equipo profesional sanitario está altamente expuesto a este tipo de contagio y, ahora con la pandemia del Coronavirus mucho más, pero la correcta utilización de los Equipos de Protección Individual (EPI) y, concretamente, los guantes, así como el correcto lavado de manos, es una asignatura pendiente ante la que los profesionales solo comenzaron a sensibilizarse en los años 80 con la expansión del SIDA y la transmisión de virus hemáticos.

Los guantes son usados como Equipo de Protección Individual

Así que los guantes son los productos empleados, con mayor frecuencia, por los profesionales sanitarios como Equipo de Protección Individual y son una medida de precaución universal como barrera y es que las manos son la parte del cuerpo que suele entrar en contacto con mayor frecuencia con objetos punzantes y cortantes potencialmente contaminados o con salpicaduras de fluidos biológicos o líquidos contaminados y es que los guantes son idóneos para proteger las manos.

Pero, como profesional, ¿qué consideraciones tienes que tener en cuenta para evitar los contagios?

  • Debes quitarte los guantes cuanto antes después de usarlos, antes de tocar objetos limpios o superficies y antes de atender a otro paciente. También debes lavarte las manos tras quitarte los guantes.
  • Se debe cambiar los guantes entre tareas realizadas en el mismo paciente, si ha habido contacto con materiales que puedan estar contaminados.
  • No se deben llevar anillos, uñas postizas o demasiado largas, si va a haber un contacto directo con el paciente.

Los guantes se deben seleccionar basándose en la evaluación de riesgos, que implica la identificación de los peligros y la determinación del riesgo por exposición. Además, para evitar contagios nosocomiales entre pacientes, los profesionales médicos deben:

  • Evitar el uso de guantes en situaciones no recomendadas, debido a que puede olvidarse cambiarlos entre pacientes. Específicamente, debe evitarse circular con guantes.
  • Cambiar los guantes durante el cuidado de un paciente si se va a pasar de tocar un sitio contaminado a tocar uno limpio.
  • Debe evitarse el uso de guantes después del contacto con el paciente y desecharlos (no lavarlos entre pacientes).
  • El uso de guantes no evita, en ningún caso, la necesidad de descontaminación de manos. Por tanto, aunque se hayan utilizado, debe realizarse descontaminación de manos entre pacientes al retirarse estos.

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