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Cómo no ser un médico en quiebra (6 formas de lograrlo)

La quiebra o bancarrota "deja heridas profundas tanto en la psique como en el informe crediticio". Sin embargo, hay varias formas de evitarlo. 
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Un médico en quiebra: La bancarrota, según el gurú de las finanzas Dave Ramsey, a menudo se considera uno de los cinco principales eventos negativos que pueden alterar la vida de una persona, como divorcio, enfermedad grave, discapacidad y la pérdida de un ser querido.

Ramsey dice que la bancarrota “deja heridas profundas tanto en la psique como en el informe crediticio”. Sin embargo, hay varias formas de evitarlo.

Un médico en quiebra: 6 pasos para evitarla

1. Primero, cuida las cuatro paredes

Cuando estés tratando de salir de la deuda y evitar la bancarrota a toda costa, lo primero que debe hacer es asegurarte de estar cuidando lo que llamamos las Cuatro Paredes: comida, servicios públicos, refugio y transporte. Si estás en el fondo, no le pagues a nadie más hasta que se cubran estos conceptos básicos.

Mantén a la familia alimentada, las luces encendidas, el alquiler o la hipoteca pagados y el tanque de gasolina lo suficientemente lleno para que pueda trabajar.

2. Vende todo lo que esté a la vista

Tienes dinero en forma de  televisores, botes, ropa, libros, muebles, herramientas, material de oficina, material para manualidades, juguetes y más. Deshacerse de todo lo que NO necesitas. Eso suena drástico, pero también lo es declararse en quiebra. Toma el dinero que ganes y utilízalo para actualizar las facturas.

Esos cargos por pagos atrasados ​​solo empeoran las cosas.

3. Viva con un presupuesto reducido

Estás tratando de evitar la bancarrota. Eso significa que tu presupuesto no tiene espacio para lujos. Sin servicios de transmisión, sin cable, sin grandes planes de telefonía celular, sin salir a cenar y sin vacaciones hasta que estés libre de deudas.

Compra alimentos genéricos, coma frijoles y arroz y bebe agua del grifo. Bebe café que preparaste tú mismo. Y apégate a tu presupuesto.

Tiempos drásticos necesitan medidas drásticas.

4. Consigue un segundo trabajo

En estos días, no es raro oír hablar de alguien que tiene un segundo (o tercer) trabajo. Tener una fuente adicional de ingresos puede ayudarte a evitar la bancarrota. Sólo asegúrese de destinar los ingresos adicionales a pagar tus deudas.

Conseguir un segundo trabajo significará sacrificar tiempo con familiares y amigos, y sabemos qué es difícil. Pero recuerda, esta situación es temporal. Repítelo: esta situación es temporal. No tendrás que vivir así para siempre.

5. Ten cuidado con las “promesas” de liquidación o consolidación de deudas

Con la liquidación de deudas, una empresa de alivio de la deuda “promete” negociar con sus acreedores para reducir la cantidad de deuda que debe. Suena genial, ¿verdad? Después de todo, algo es mejor que nada. Pagas tus deudas reducidas y sigues adelante. No tan rápido.

La realidad es que estas empresas de liquidación de deudas cobran tarifas elevadas por sus servicios y no siempre los entregan después de haberlos pagado por adelantado. Peor aún, te quedarás atascado con más tarifas, pagos de intereses adicionales y mucho arrepentimiento. Recuerda, está en una posición vulnerable y hay personas que con gusto se aprovecharán de eso. No caigas presa de los hábiles operadores que están ansiosos por prometerle una solución rápida.

Con la consolidación de deuda , la “promesa” es que podrás pagar tus deudas combinándolas en un pago mensual (menor) a una tasa de interés (menor). Y esa puede parecer una buena opción, pero un pago mensual más bajo en realidad significa que estarás endeudado por más tiempo. Además, muchas empresas te atraerán con una tasa de interés baja y luego la aumentarán con el tiempo, dejándote con aún más deudas. (¡Olvídate de eso!) No recomendamos la consolidación de deudas. Pero si sigues esa ruta, procede con precaución.

Evita todo lo que suene demasiado bueno para ser verdad.

6. Habla con un asesor financiero

A veces es mejor sentarse y hablar con un asesor financiero cuando necesites orientación con problemas de dinero. No dejes que eso te intimide. Sí, hablar de dinero es difícil, pero estás en medio de una situación difícil y necesitas ayuda. Está perfectamente bien admitirlo y es responsable buscarlo.

Cuando busques un asesor financiero, asegúrate de encontrar a alguien que tenga el corazón de un maestro, una persona que te acompañe y te guíe en el camino, no alguien que busque aprovecharse de la situación.

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