En muchas ocasiones, al final de la jornada laboral no somos conscientes de todo lo que hemos hecho en un día. A veces los pendientes que teníamos planeados se olvidan o no da tiempo de completarlos y se van posponiendo durante días, semanas e incluso meses. Una de las maneras más eficaces que puedes implementar para cumplir todos tus objetivos es llevar una agenda, la cual será tu mejor aliada para no olvidar nada.
Como médico siempre debes tener una agenda ordenada que te permita planificar los turnos de tus pacientes y tus actividades. Esto para no haya ‘sorpresas inesperadas’ que causen malentendidos, como olvido de citas o pagos importantes. Por eso aquí te daremos unas estrategias de manejo de agenda para lograr el éxito en tu día a día.
Prioriza
Es necesario que aprendas a priorizar las actividades de tu día y esto puedes empezar a hacerlo diviendo tu agenda en tres grupos:
- Muy importantes: Estas actividades son las que no puedes aplazar para otro momento (como citas).
- Poco importantes: Estas son las actividades que puedes aplazar, como por ejemplo ordenar expedientes o leer algún estudio.
- Rutina: Estas son las actividades que realizas sin pensar cada día y que forman parte de tu rutina.
Anota los tiempos
Con un día de anticipación apunta las actividades del día siguiente, piensa en el tiempo que consideras te implica una tarea y dale el espacio necesario. Lo ideal es que comiences con lo más complicado, respetando lo apuntado, para que hacia la tarde tu día se vaya aligerando.
Usa la tecnología
Existen apps que te ayudarán a organizar tu agenda de manera inteligente, ellas te mandarán alertas o recordatorios para recordarte sobre algún pendiente.
Usa colores
Si eres de los que se pierden al leer un texto una buena idea es que utilices colores, máximo tres, para destacar lo más importante o notitas pequeñas. Apunta al inicio de la agenda para qué usas cada tono elegido.
Crea deadlines de trabajo
Es importante que tengas perfectamente bien en mente las fechas importantes en la que se quiere tener resultados, esto con el objetivo de que se trabaje conforme a ellos. Tachalas cuando vayas cumpliéndolas.
Agrupa las tareas
Es muy útil agrupar en un mismo bloque de trabajo tareas similares que no requieran que bajes tu nivel de concentración. Por ejemplo, si tienes que organizar un expediente clínico te resultará más productivo organizar varios.
Cúbrete con más tiempo
Si tu estimación para una cita es de 30 minutos anota 45, para que con ello te estés dando no solamente el tiempo necesario, sino que te vayan quedando minutos que no utilices en esa tarea en particular, para atender alguna otra del día.
No llenes tu día de actividades
Es importante dejar espacios para poder atender las cosas que vayan surgiendo durante el día y también para las pequeñas tareas rutinarias que es necesario llevar a cabo.
Elige un momento a diario para revisarla y actualizarla
Todos somos diferentes y es válido que las personas quieran organizar su agenda de manera semanal o quincenal, sin embargo, lo ideal es que la revises y actualices a diario. El seguimiento de la misma te permitirá avanzar en concreto hacia las metas que en ella coloques. El momento del día que dediques para esto es indiferente. Elige el que mejor te funcione según tus preferencias, lo ideal es que todos los días sea a la misma hora, así se volverá un hábito.