La situación en nuestro país se encuentra en un momento complicado. A pesar de algunos esfuerzos realizados por las autoridades, muchos afirman que todavía no se observa un cambio benéfico real. Durante la pasada campaña electoral se plantearon diversas promesas, pero ahora es momento de que realmente se cumplan.
Dentro de la población, un sector olvidado es el de la salud. Pero más allá de que la problemática continúe, lo más alarmante son los continuos recortes de personal que se presentan. El caso más reciente se produjo en Chiapas.
En la entidad se han contabilizado al menos 93 profesionales de la salud que fueron recortados de forma automática. Todos formaban parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Prospera. Al convertirse en el programa Bienestar, las autoridades les dijeron que ya no había presupuesto y los despidieron.
Dentro del personal afectado se encuentran médicos generales, nutriólogos y psicólogos. Todos ellos, de un día para otros, se quedaron sin su fuente de trabajo. A su vez, se denuncia que muchos de ellos tenían entre 10 y 15 años de antigüedad.
Lo peor todavía no ha llegado
Lo que más preocupa es que cada vez se identifican más casos similares. Tan sólo a inicios de años el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) recortó a más de 3 mil empleados.
Y por si no fuera suficiente, la Secretaría de Salud (SSa) indicó que los recortes de personal continuarán. Cuando se trata de “aviadores” es correcta la decisión, pero el problema es cuando se despide a profesionales de la salud que sí hacían su trabajo.
