La infertilidad es un problema que afecta a casi 50 millones de parejas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de México este problema perjudica a 20 por ciento de la población un aproximado de 1.5 millones de personas.

Por esta razón muchos investigadores se han centrado en el tema para intentar combatirlo y encontrar soluciones más eficaces. Recientemente un grupo de científicos de Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver en Estados Unidos descubrieron que los niveles bajos de yodo podrían influir en la fertilidad de las mujeres y en la dificultar que tienen muchas de ellas para quedarse embarazadas.

Su estudio se basó en un seguimiento de más de 500 mujeres que intentaron quedarse embarazadas entre 2005 y 2009, y vieron que las que tenían un déficit moderado a severo de yodo tenían hasta un 46 por ciento menos probabilidades de conseguirlo en cada ciclo menstrual, en comparación con quienes tenían niveles normales.

Como sabes el yodo juega un papel vital en el desarrollo del cerebro durante el embarazo, investigaciones previas han encontrado que alrededor del 30 por ciento de las mujeres en edad fértil tienen niveles de yodo en sangre por debajo de los 100 microgramos por litro.

Por eso en la actualidad las directrices sugieren que las mujeres embarazadas o que están dando el pecho a sus hijos deben tomar un suplemento diario de 150 microgramos de yodo, pero estas recomendaciones no se aplican también a las que están buscando el embarazo.

Las mujeres incluidas en el estudio comenzaron a ser evaluadas desde el momento en que dijeron que habían dejado de usar métodos anticonceptivos para quedarse embarazadas, y les tomamos muestras de orina para evaluar sus niveles de yodo. Ellas también se sometieron a varios cuestionarios en los que se preguntó por otros factores de riesgo relacionados con la infertilidad, y a lo largo de un año usaron monitores de fertilidad para tener relaciones sexuales en función de su momento de ovulación”, señaló James Mills, principal autor del estudio.

Los hallazgos demostraron que 44 por ciento de las muestras de orina alertaban de niveles insuficientes de yodo, y casi la cuarta parte de todas las muestras estaban en un rango de deficiencia de moderada a grave, con menos de la mitad del nivel recomendado.

A un año de iniciar el seguimiento, un total de 332 mujeres (71 por ciento) se habían quedado embarazadas, 42 (10 por ciento) no lo consiguieron y el resto lo abandonaron.

Esto nos da una pauta para seguir estudiando este problema ya que la dificultad para concebir tiene implicaciones importantes para la salud pública. Este estudio nos mostró que la dieta es un factor clave para conseguir niveles adecuados de yodo, aunque tampoco hay que sobrepasarse porque tener un nivel elevado también puede ser un problema.

Aunado a este tema, hace poco te dimos a conocer en Saludiario que un estudio realizado por especialistas de tres países europeos, demostró la efectividad de la hormona del crecimiento en los tratamiento de fertilidad en mujeres con baja calidad en los ovarios.

Los resultados arrojaron que esta hormona además de mejorar la calidad del ovario también puede mejor directamente la receptividad uterina para anidar un embrión.