Ser una enfermera requiere el máximo de los cuidados. Su trabajo es muy importante porque representa una de las áreas vitales para lograr la total recuperación del paciente. Pero mientras la mayoría hacen una buena labor, con otras ocurre todo lo contrario y manchan a todo el gremio.
Un caso reciente es el de Fausta Bonino, enfermera de Italia que a sus 57 años de edad acaba de ser condenada a cadena perpetua. Se trata de la sanción más severa dentro de su país y el motivo es haber provocado la muerte de cuatro pacientes.
Descripción de los hechos
De acuerdo con las investigaciones, entre enero de 2014 y septiembre de 2015 se le acusó a la enfermera de matar a diez personas. Todos los afectados permanecían en una unidad de cuidados intensivos de un hospital de la ciudad de Piombino en la que trabajaba.
Lo que relatan los familiares de los afectados es que Fausta les administraba medicamentos erróneos o que no necesitaban. Al momento de realizar las autopsias correspondientes, se detectó que cuatro de ellos presentaban heparina. Esto indica que su presencia fue la causante de las muertes y por eso se acusa directamente a la enfermera de su aplicación.
Por lo anterior, la justicia italiana tomó la decisión con respecto a la enfermera. Por lo pronto, la abogada defensora declaró que apelará la sentencia. Lo que es cierto es que no se casa del primer caso de este tipo porque en el 2008 surgió uno similar. El enfermero checo Petr Zelanka también fue sentenciado a cadena perpetua por provocar a siete pacientes al administrarles heparina.
