Para lograr ser un profesional de la salud se requiere de un fuerte sentido de la responsabilidad. No es nada sencillo el ocuparse de los pacientes a diario, aunque también se deben tener ciertas precauciones. El mayor inconveniente ocurre cuando no sólo se pone en riesgo la integridad de otros sino la propia.
Lo anterior es debido a los resultados de un análisis de la publicación Infection Control & Hospital Epidemiology. El estudio se realizó en nueve hospitales canadienses en Toronto, Hamilton y Halifax y sólo se tomaron en cuenta enfermedades respiratorias.
Lo que se detectó es que el 95 por ciento de los profesionales de la salud acuden a trabajar aún y cuando tienen alguna enfermedad respiratoria. Acerca de este fenómeno, la mayoría afirmó que fue debido a que los síntomas eran demasiado leves o comenzaron a sentirse mal durante su jornada laboral.
¿Acciones malas que parecen buenas?
Si bien, lo observado muestra un fuerte sentido de la responsabilidad de parte de los médicos, también tiene su parte negativa. En este caso, el trabajar en este tipo de circunstancias representa un riesgo para los pacientes porque se les expone de forma innecesaria. A su vez, se aumenta el riesgo de infecciones intrahospitalarias.
En ese sentido, no se debe olvidar que los más afectados son los propios profesionales de la salud. Al trabajar cuando no están en óptimas condiciones, no logran un buen desempeño y su integridad puede sufrir daños.
Por todo lo observado, los encargado de la investigación afirmaron que los directores de hospitales deben de ser enérgicos ante este tipo de situaciones. Lo ideal es indicar a los médicos y enfermeras que no acudan a trabajar cuando están enfermos para no contagiar tanto a compañeros como a pacientes. De igual manera, se debe ser congruente y las mismas indicaciones que se mencionan en una consulta deben ser acatadas por los propios profesionales de la salud.
Y en tu caso, ¿cuando te enfermas acudes a trabajar o prefieres descansar?
