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El INSP confirma que el etiquetado de alimentos es incomprensible hasta para especialistas

El estudio comprobó que inclusive los estudiantes de Nutrición tienen dificultades para comprender los etiquetados de alimentos.
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Es notorio que nuestro país atraviesa por una severa crisis provocada por la obesidad. Se trata de un problema que impacta de distintas maneras a la población. Dentro de las variantes que influyen en la mala alimentación de los mexicanos se encuentra el etiquetado de los productos.

En el pasado se ha mencionado que la información que aparece en la etiqueta de los alimentos es engañosa. A pesar de las distintas denuncias contra los productores, las autoridades no han emprendido acciones reales. Ahora el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) realizó dos nuevos estudios.

El resultado es que el actual Sistema de Etiquetado Frontal de Alimentos (SEFAB) o Guías Diarias de Alimentos (GDA) es deficiente e incomprensible para la población mexicana. Por eso se solicita que sea cambiando por uno de advertencia, a fin de reducir y controlar el problema de sobrepeso, obesidad y diabetes que vive el país.

Investigadores del INSP evaluaron la comprensión de este sistema de etiquetado entre estudiantes universitarios de nutrición, quienes tuvieron gran dificultad para interpretar los datos contenidos en las etiquetas. En este estudio, se encontraron deficiencias importantes que impactan en la salud de los mexicanos:

  • Se utilizan valores, principalmente de azúcar de adultos, en productos dirigidos específicamente a niños o productos que pueden ser consumidos por niños, lo cual genera un consumo excesivo de nutrientes críticos como el azúcar añadido.
  • Los porcentajes utilizados no hacen distinción entre los límites superiores de consumo seleccionados para azúcares, grasas, grasas saturadas y sodio. Así, los consumidores no saben si se trata de un mínimo o un máximo recomendado.
  • Las etiquetas GDA se muestran en tamaños de porción arbitrarias; por un lado, no permite a los consumidores hacer comparaciones entre productos de la misma categoría y, por el otro, la utilización de porciones más pequeñas de lo que los individuos consumen en realidad tiene como resultado que el producto obtenga un perfil favorable para los %GDA.
  • Para hacer una interpretación adecuada del etiquetado frontal GDA, se requiere de más tiempo del que se ha estimado que un individuo dedica para leer una etiqueta nutrimental, pues se necesitan hacer operaciones matemáticas que confunden al consumidor.
  • Así, la comprensión de este etiquetado se ve afectada por los conocimientos de nutrición y habilidades matemáticas de la población, por lo que, su comprensión cabal se encuentra limitada a un sector muy pequeño de la población.

En la investigación en estudiantes de la licenciatura de nutrición consistió en la aplicación de un cuestionario a 122 estudiantes de nutrición (17 a 31 años), el cual consistió de 23 preguntas sobre la comprensión de ciertos aspectos del etiquetado.

Los resultados muestran que, del total de estudiantes encuestados, sólo el 12.5% fue capaz de definirlo correctamente. Mientras que el 1.8% respondió correctamente a estas preguntas utilizando seis minutos, un tiempo excesivo al que los consumidores toman, sin contar que los estudiantes cuentan con mucha más información que los consumidores promedio.

Algunas conclusiones del grupo de expertos fueron:

  • El etiquetado actual no se adecua a las recomendaciones de la OMS y la Academia Nacional de Medicina. Se debe formular un nuevo etiquetado que esté sustentado en recomendaciones internacionales y nacionales de salud. Un ejemplo claro es que no se distinguen entre los azúcares añadidos y los azúcares naturales.
  • Los estudios disponibles indican que el SEFAB no funciona, pues los consumidores no logran entenderlo, especialmente sobre el consumo de azúcar, por lo que se recomendó reemplazarlo por otro sistema de etiquetado efectivo, de fácil comprensión y con criterios correctos.
  • Finalmente, se recomienda adoptar un etiquetado como el de otros países, conocidos como sistemas de advertencia, ya que su fácil comprensión se encuentra comprobada.

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