La cafeína siempre ha sido acusada de ser adictiva, y causar efectos negativos en la salud. Sin embargo, con el paso del tiempo varios estudios han demostrado que sus beneficios serían más grandes que sus perjuicios. Por ejemplo, a principios de los ochenta se tenía la idea que podría provocar cáncer de seno, pero un estudio demostró que en realidad podría ayudar a reducir tumores malignos si se tomaban 5 tazas al día.

De igual manera se pensaba que podía afectar a los riñones, pero se demostró que todo lo contrario al poder funcionar como una señal temprana para los diabéticos que están a punto de entrar en coma por bajo nivel de azúcar. Dos o tres tazas pueden identificar los indicadores y alertar al paciente que se está volviendo hipoglicémico.

Recientemente un estudio realizado por Shinji Saiki, investigador de la Universidad Juntendo en Japón dio a conocer que el análisis del nivel de cafeína en la sangre también puede proporcionar una forma sencilla de ayudar al diagnóstico del Parkinson.

El análisis involucró a 108 personas que han tenido la enfermedad de Parkinson durante un promedio de aproximadamente 6 años y a 31 personas sin la enfermedad. Los investigadores analizaron su sangre en busca de cafeína y de 11 subproductos que el organismo produce a medida que metaboliza la cafeína. También se les hicieron pruebas de mutaciones en genes que pueden afectar el metabolismo de la cafeína.

Los dos grupos consumieron dos tazas de café por día, pero las personas con Parkinson presentaban niveles significativamente más bajos en sangre, así como 9 de los 11 subproductos de la cafeína en la sangre.

Estudios previos han demostrado una relación entre la cafeína y un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson, pero no hemos sabido mucho sobre cómo se metaboliza dentro de las personas con la enfermedad. Si estos resultados pueden confirmarse, apuntarían a una prueba fácil para el diagnóstico temprano del Parkinson, posiblemente incluso antes de que aparezcan los síntomas.

Entre las limitaciones del estudio es que no se incluyó a personas con enfermedad de Parkinson grave, lo que podría afectar la capacidad de detectar una relación entre la gravedad de la enfermedad y los niveles de cafeína.

Sin embargo pesar de seguir surgiendo pruebas que aseguran que beneficia la salud hace algunos meses se dio a conocer el caso de Davis Allen Cripe el cual murió a causa de un evento cardíaco inducido por el exceso de cafeína.

El estudiante de 16 años se desplomó en su salón de class luego de haber ingerido cuatro cafés cargados, un café con leche y una bebida energética en un periodo menor a dos horas.

Esto no fue una sobredosis. Perdimos a Davis por una sustancia totalmente legal. Nuestro propósito aquí hoy es dar a conocer, especialmente a los jóvenes que estas bebidas en exceso pueden ser peligrosos”, afirmó Sean Cripe sobre la muerte de su hijo.