En la actualidad, los Trastornos del Comportamiento Alimentario (TCA) son uno de los principales problemas que debe abordar el médico de atención primaria en la consulta. Es muy importante, por tanto, un abordaje correcto de estos así como su detección temprana para disminuir su frecuencia y los problemas asociados a ellos.

Pero, ¿cómo el médico de atención primaria debe realizar una detección temprana de los TCA? Básicamente, esta debe estar encaminada a la prevención primaria para reducir su incidencia, haciendo hincapié en los aspectos que pueden desencadenarlos, sin descuidar la prevención secundaria, facilitando las intervenciones necesarias que reduzcan el tiempo entre la aparición de los primeros síntomas, el diagnóstico de la enfermedad y el inicio de un tratamiento eficaz.

Se debe prevenir los TCA en jóvenes de 18 a 20 años

Sobre todo, el punto principal es la presencia del adolescente sano en la consulta, así que sería aconsejable la prolongación de las revisiones anuales de salud hasta los 18 o 20 años, en las que se haría de forma integrada la prevención de los TCA, consumo de alcohol, drogas, tabaco y sexo seguro.

Esto, para el profesional médico, supondría dedicar un espacio de nuestro tiempo a un colectivo que, de forma habitual, no acude a la consulta, lo que incrementaría la carga asistencial, pero a la larga repercutiría en una disminución de una serie de patologías que precisan de múltiples recursos humanos y económicos.

Pero, como médico, ¿cuál debe ser la conducta ante un paciente con una sospecha de trastorno del comportamiento alimentario? Lo primero será informar al paciente y familiares de la sospecha diagnóstica, de su gravedad y de la necesidad de realizar un correcto diagnóstico por parte de un especialista, quien, dad la gravedad de la patología y será el responsable del tratamiento, colaborando en todo momento con él. Hoy en día existen pocos equipos multidisciplinarios para el tratamiento de los TCA, la intervención especializada suele ser tardía, cuando ya se ha producido una importante pérdida de peso, ha alterado la actividad diaria del paciente y/o han aparecido problemas familiares.

Hay que crear un clima de confianza mutua entre el médico, el paciente y la familia

Se debe crear una alianza terapéutica, creando un clima de confianza mutua entre el médico, el paciente y la familia, encaminando a mejorar la autoestima del paciente. Es por eso por lo que deben discutir los conceptos de alimentación, normal, dieta y ejercicio. Es por ello por lo que debes ofrecer consejo dietético para conseguir una nutrición adecuada y mantener un peso estable y adecuado a cada uno. Asimismo deberás indicarle al paciente que establezca un registro diario de comidas en el que observar el control de las conductas alimentarias.

Sobre todo, se debe alertar sobre las recaídas. La prevención de las recaídas incluye abordar y prevenir situaciones que puedan favorecerlas y planificar estrategias para enfrentarse a ellas. Esto es muy importante para que el paciente con TCA logre poder luchar contra el trastorno.

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