La Asamble General de las Naciones Unidas recogió, en el año 1966, la salud como un derecho fundamental y también aparece como tal en el Artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Lo que está claro es que el papel que el acceso a servicios de salud tiene en el desarrollo humano no puede pasarse por alto y está claro que, en aquellas sociedades que garantizan. Aunque, hoy en día, existe un gran desequilibrio en lo que al número de intervenciones de cirugía se refiere, entre los países de bajos y medianos ingresos.

La LCoGS estudia cómo está el sector de la cirugía

Así que se puede afirmar que la cirugía sigue siendo la gran olvidada de la salud global. En años recientes, se han desarrollado diversas iniciativas para enfocarse en este problema. Una de las más difundidas ha sido la Comisión Lancet de Cirugía Global (LCoGS), liderada por Hong G. Meara, de la Escuela de Medicina de Harvard, Andy Leather, del King’s College de Londres y Lars Hagander, de la Universidad de Lund.

En esta comisión, se han establecido cinco puntos clave, los cuales son los siguientes:

• 5 mil millones de personas carecen de acceso a cirugía y anestesia seguras, económicas y oportunas.
• Se necesitan 143 millones de procedimientos quirúrgicos adicionales cada año para salvar vidas y prevenir la discapacidad.
• Cada año, 33 millones de personas se enfrentan a gastos catastróficos debido al pago de cirugía y anestesia.
• La inversión en los servicios quirúrgicos y de anestesia costeable, salva vidas y promueve el crecimiento económico.
• La cirugía es una parte indivisible e indispensable de la salud.

México no cuenta con un sistema robusto de información

En México existen múltiples programas de salud pública dirigidos a atender las necesidades de la población más vulnerable, la mayoría de los cuales son prevención, acceso y detección temprana, atención de enfermedades infecciosas o crónico degenerativas. Sin embargo, al igual que en el resto del mundo, la cirugía, como problema de salud pública, ha recibido menos atención en el país. Aunque, desde la implementación del denominado Seguro Popular en 2003, la cobertura y protección financiera mejoró, aunque aún existen retos y barreras financieras para proveer los servicios necesarios.

México, por ejemplo, no cuenta con un sistema robusto de información en salud con el que se pueda medir el estado que guarda la atención quirúrgica. En el país, la densidad de la fuerza laboral de especialistas quirúrgicos es de 40.2 por 100 mil habitantes, el doble de la meta sugerida por la LCoGS y un poco por encima del promedio para países de altos ingresos.