La automedicación de antibióticos implica un riesgo para la salud de tus pacientes, pues gracias a ella los padecimientos “sencillos” pueden derivar en graves infecciones. Es por eso que la Maestra en Investigación de Salud Pública, la Dra. Ana María Ocaña, en entrevista para Saludiario, mencionó que el 99 por ciento de pacientes se automedica y una gran influencia es la falta de una buena relación médico-paciente y el precio de las consultas.

Hay todo un problema en torno a esto, sobre todo en países muy pobres, en donde la automedicación es la única opción de recibir ayuda, pues utilizan el único medicamento que tienen a la mano.

La automedicación del mexicano, que supuestamente tiene mayor acceso a los servicios de salud, le implica un gasto de un medicamento que probablemente no necesite, además del riesgo por el consumo de productos caducados.

Medidas de la Secretaría de Salud contra la resistencia antimicrobiana

Cabe recordar que hace un par de años, México ocupaba el segundo lugar mundial en venta de medicamentos sin receta. Ante eso la Secretaría de Salud puso en marcha un plan para erradicar el problema de la automedicación de antibióticos, con la colaboración del personal de salud, desde las instituciones gubernamentales hasta las personas que laboran en las farmacias.

La restricción que realizó la Secretaría de Salud se encaminó hacia evitar la automedicación, porque es clásico que el paciente utilice los antibióticos que le sobraron de la última infección […] por lo que se buscó acabar con la automedicación para reducir la resistencia bacteriana.

Es necesario fomentar el buen uso de los antibióticos

La especialista en Salud Pública menciona que es necesaria otorgar la información correcta hacia el paciente porque “el antibiótico no es el malo de la película, sino el uso que se le da”. Incluso, es importante recordar que el médico debe realizar un análisis completo que determine la existencia de una infección, antes de prescribir un antibiótico.

A muchos médicos les da miedo que el paciente, al que no se le recete un antibiótico, no vuelva al consultorio porque considere que no se atendió correctamente su problema. Pero, en realidad si hay una buena relación médico-paciente, regresará a consulta […] entonces si en ese momento existen los parámetros suficientes de una infección bacteriana ya será necesario prescribir un antibiótico.

Asimismo, María Ocaña mencionó que una buena opción contra el problema de la automedicación consiste en dedicarle más tiempo al paciente, que la consulta médica utilice el modelo de antes, en el cual se revisaba al paciente de la mejor manera para tomar una decisión diagnóstica y terapéutica.