Esta es la investigación más extensa sobre linfomas publicada en México

La investigación sobre linfomas en México dio seguimiento a 609 pacientes de 20 hospitales de todo el país pertenecientes al ISSSTE.

Especialistas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) realizaron la investigación científica más amplia sobre linfomas que se ha desarrollado en México. Su objetivo central es conocer los datos epidemiológicos y características clínicas de esta patología. Su importancia radica en que se trata de la primera causa de enfermedades hematológicas malignas en el mundo y en nuestro país, seguida de las leucemias.

La jefa del Servicio de Hematología del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”, Martha Alvarado Ibarra, destacó que los resultados de este protocolo de estudio se publicaron en enero de 2021 en la World Journal of Oncology, bajo el liderazgo de los doctores Eleazar Hernández Ruiz y Juan Manuel Pérez Zúñiga, de este hospital.

Precisó que el estudio reclutó y dio seguimiento a más de 609 pacientes con esta enfermedad, atendidos en 20 hospitales de diferentes instituciones del país. Esto permitió conocer la supervivencia global de personas en tratamiento a 100 meses, es decir 8.3 años, en los dos grandes grupos de linfomas, que fue del 70 por ciento para quienes presentaron linfoma de células B y del 60 por ciento para los afectados por células T.

Lo que se obtuvo fue que del total de casos analizados, 545 presentaron alguna variante de linfoma B y solo 64 del T.

“Eso es muy bueno, porque estos últimos son mucho más agresivos y los que dan mucho más síntomas de severidad a los pacientes y desafortunadamente no todos tienen un pronóstico favorable”.

Resultados de la investigación de linfomas en México

El trabajo reveló que las variantes de linfomas que se atienden con más frecuencia en México son del tipo B, los difusos de células grandes, y del tipo T, el natural Killer.

El reto más importante, señaló la especialista, es aumentar el diagnóstico en etapas tempranas, debido a que en México la mitad de los casos se identifican en estadios avanzados 3 y 4.

Alvarado Ibarra afirmó que “aunque es una enfermedad maligna, si se diagnostica a tiempo podemos ofrecer tratamientos con potencial para estabilizar la enfermedad e incluso curarla, entre ellos está el trasplante autólogo de células progenitoras hematopoyéticas, donde el paciente es su propio donador”.

Aclaró que no todos los pacientes requieren llegar a un trasplante y no todos son candidatos a él. Los tratamientos de primera línea pueden incluir un número determinado de quimioterapias y en ocasiones radioterapia; sin embargo entre 30 y 40 por ciento de las personas en los que la enfermedad llega a reincidir, puede explorarse la opción del trasplante.

“Uno de nuestros principales objetivos como hematólogos para afrontar de mejor manera el linfoma es sensibilizar a la población respecto a las características de la enfermedad y los signos de sospecha diagnóstica, para que acudan con su médico a tiempo porque el linfoma no es prevenible ni se transmite genéticamente”.

Señales de alerta para los pacientes

La especialista recomendó a la población estar alerta ante signos como fiebre vespertina o nocturna persistente sin causa explicable o evidencia de infección; crecimiento de ganglios en forma de bolitas principalmente en cuello, axilas o región inguinal; así como la pérdida de peso no relacionada a cambios en la dieta o ejercicio.

Ante la presencia de uno o varios de esos síntomas es importante acudir a una consulta con el hematólogo o un médico general para ser referidos. Siempre es mejor que un especialista diga que no es un linfoma en lugar de presentar un cuadro muy avanzado de la enfermedad.

En el estudio liderado por especialistas del CMN “20 de Noviembre” participaron el Instituto Nacional de Cancerología (Incan) y por parte del ISSSTE los Hospitales Regionales de Mérida y Puebla, los Hospitales de Alta Especialidad de Villahermosa, Tabasco; Oaxaca, Oax. y Veracruz, Ver.