• Superar un pasado alimentado por las drogas, el crimen, la violencia y las penas de prisión no es fácil.
• Pero un hombre de Estados Unidos está usando TikTok para tratar de ayudar a otros como él a vencer a sus demonios.
• Paul Simmons, 44, Walcot, parece ser un hombre de familia normal y feliz, que vive con su pareja Zasha y sus dos hijos Frankie, 8 y Lindon, 6, pero las cosas no siempre fueron así para él.

Superar un pasado alimentado por las drogas, el crimen, la violencia y las penas de prisión no es fácil. Pero un hombre de Estados Unidos está usando TikTok para tratar de ayudar a otros como él a vencer a sus demonios.

Paul Simmons, 44, Walcot, parece ser un hombre de familia normal y feliz, que vive con su pareja Zasha y sus dos hijos Frankie, 8 y Lindon, 6, pero las cosas no siempre fueron así para él.

Al crecer, siguió un camino oscuro que lo vio adicto a las drogas, sin hogar y criminal. Cumplió un total de 22 años tras las rejas.

Ahora, en recuperación de su adicción, está utilizando la plataforma de redes sociales para alentar a otros a cambiar su vida, actuando como mentor y punto de contacto para las personas que luchan.

“Me crié en un hogar abusivo, me sacaron cuando tenía nueve años a un entorno residencial en Bath y abusaron nuevamente allí. De alguna manera logré dejar la escuela con todos mis GCSE y a los 16 me quedé sin hogar en lugar de volver a casa”. él dijo.

“Mientras estaba sin hogar me metí en la heroína y el crack, lo que me quitó todas mis preocupaciones, todos mis miedos, todos mis dramas, pero a partir de ahí, mi vida fue cuesta abajo.

“Terminé con una condena de 12 meses por robo y después de eso, me perdí a mí mismo y a cualquier sentido de dirección. Pasé de mendigar a cometer serios robos y secuestros desesperados, las cosas realmente se salieron de control, muy rápido”.

Después de ser liberado, conoció a su pareja y formó una familia y ahora está limpio desde hace tres años

Paul terminó con una sentencia de 20 años y, mientras estaba en la cárcel, comenzó a reeducarse y completó una licenciatura en salud y atención social en la Universidad Abierta.

Después de ser liberado, conoció a su pareja y formó una familia y ahora está limpio desde hace tres años y dos meses. Ahora está usando su tiempo para ayudar a otros, comenzando con grupos de Facebook y ahora con videos de TikTok.

“Mi objetivo es ayudar a tantas personas como sea posible con apoyo para que puedan encontrar una manera de limpiarse”.

Paul usa el enfoque no activo, que es un sistema de recuperación que se enfoca en individuos en lugar de grupos como el sistema de 12 pasos.

Consecuencias para la salud frente al consumo de drogas

Las drogas constituyen un grave problema sociosanitario, afectando al SNC a corto y largo plazo. Las complicaciones agudas principales son la isquemia y la hemorragia, cuya detección precoz y urgencia en el tratamiento son de especial relevancia para el pronóstico del paciente.

Las personas adictas a menudo tienen problemas de salud como enfermedades pulmonares o cardíacas, embolia, cáncer o problemas de salud mental.  También aumentan el riesgo de contraer infecciones, VIH o sida, Hepatitis B o C, Endocarditis, Celulitis entre otras.

Sin embargo, por su naturaleza química, las diferentes drogas afectan al cerebro de un modo especifico:

Las anfetaminas, en general, aumentan las concentraciones sinápticas de las aminas biológicas (dopamina, noradrenalina y serotonina/5-hidroxitriptamina). Generando el mayor efecto vasoconstrictor en el cerebro. Aunque el mecanismo bioquímico de las anfetaminas produce isquemia a largo plazo, las complicaciones urgentes más frecuentes son las hemorragias, causadas por el aumento de la presión arterial. Al igual que sucede con el consumo de cocaína, el aumento de la presión arterial tras el consumo condiciona un mayor riesgo de rotura de malformaciones arteriovenosas y de aneurismas preexistentes.

El cannabis es la droga ilegal más consumida en todo el mundo. El principal componente psicoactivo es delta-9-tetrahidrocannabinol. El consumo crónico aumenta el riesgo de esquizofrenia y de cambios del comportamiento. Su amplio uso y el policonsumo son factores que dificultan establecer la conexión directa entre el cannabis y la enfermedad cerebrovascular. Causa hipotensión ortostática, que en personas con escasa reserva sanguínea cerebral puede producir infartos cerebrales, siendo este el mecanismo principal de los accidentes cerebrovasculares isquémico.

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