Reiterados estudios han confirmado los efectos negativos del tabaco en la salud tras largos años de fumar, pero nuevo trabajo publicado en American Journal of Human Genetics señala que también puede modificar químicamente el ADN del feto.
Trabajos previos anunciaban el impacto en el ADN de los hijos de mujeres fumadoras, sin embargo, hasta ahora no se habían realizado ensayos en una población de estudio tan amplia.
Para efectuar este trabajo los investigadores examinaron a 6 mil 685 mamás y sus bebés, cuyos datos fueron clasificados según los hábitos de consumo de tabaco.
La muestra se dividió en fumadoras asiduas (fumaban durante el embarazo) 13 por ciento; ocasionales (abandonaron el cigarro al inicio de la gestación) 25 por ciento; y no fumadoras, 62 por ciento.
Muestras sanguíneas obtenidas del cordón umbilical revelaron que el ADN de los bebés de fumadoras asiduas poseen 6 mil 73 posiciones diferentes a la secuencia de los recién nacidos de madres no fumadoras, las cuales corresponden a genes que afectan a los pulmones y al desarrollo del sistema nervioso, lo que ayuda a explicar las causas de algunas enfermedades en estos infantes.
Al respecto, lo investigadores suponen que los componentes producidos por la combustión del tabaco, y no la nicotina de los cigarros, son los responsables de modificar el código genético.
Los resultados fueron dados a conocer a través del artículo “DNA Methylation in Newborns and Maternal Smoking in Pregnancy: Genome-wide Consortium Meta-analysis”.
