GRÁFICA: Desigualdad mundial en la aplicación de la vacuna contra la Covid-19

Como parte de la desigualdad mundial en la aplicación de la vacuna contra la Covid-19 solo el 4% de los africanos tienen un esquema completo.

Conforme pasa el tiempo parece que la pandemia está más cerca de llegar a un relativo control. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante las últimas semanas se ha conseguido una meseta en el rubro referente a los nuevos contagios. En parte, esto ha sido posible gracias a la aplicación de la vacuna contra la Covid-19 que avanza sin contratiempos en la mayoría de países desarrollados. Aunque también muestra una severa desigualdad al analizar lo que ocurre en las naciones con menor poder económico.

Los continentes con más y menos dosis aplicadas

A partir de los reportes del portal Our World In Data se puede observar que la región más favorecida es Europa. Hasta ahora el 51 por ciento de la población ya cuenta con el esquema completo de inmunización. Mientras que ligeramente por debajo se encuentra Norteamérica que registra el 46 por ciento.

De hecho, en estos momentos Portugal es el país con el mejor porcentaje de población vacunada. Gracias a su campaña el 80 por ciento de los habitantes ya está protegido por completo. Con esto ha superado a otras naciones como Malta, https://www.saludiario.com/wp-content/uploads/2015/12/8f6d71a5-bigstock-human-brain-and-computer-chip-39563953-1-e1464383720513.jpg y Chile, por lo que se perfila como el principal candidato para conseguir la llamada “inmunidad de rebaño”.

Mientras que el contraste marcado por la desigualdad se puede apreciar al analizar el panorama de África. Hasta ahora solo cuatro de cada 100 personas han recibido las dosis necesarias para completar su esquema de inmunización.

En tanto que el promedio mundial es del 32 por ciento, lo cual es un reflejo de que todavía falta mucho por hacer. Si en realidad se quiere proteger a toda la población mundial se necesita de un mayor esfuerzo colectivo.

Es necesario donar insumos a los países más pobres

Precisamente por lo anterior es que la OMS se opone a la aplicación de una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer contra la Covid-19. En reiteradas ocasiones ha señalado que de momento no es necesaria porque provocaría un acaparamiento todavía mayor.

En cambio, lo ideal sería utilizar todas esas dosis para que sean donadas a las naciones más pobres del mundo. En palabras del máximo organismo sanitario, es preferible que existan muchas personas con al menos una inyección recibida en lugar de pocas con tres.

A pesar de lo anterior la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) ya autorizó la aplicación de una dosis de refuerzo de la vacuna contra la Covid-19 pero solo a ciertos grupos. Lo que se busca es proteger a los mayores de 65 años debido a su alta vulnerabilidad.

En ese sentido, mientras no exista un equilibrio la pandemia se mantendrá como un peligro permanente. Ahora se teme que la llegada de la temporada invernal provoque un rebrote mundial que podría llegar a ser mortal para los sistemas sanitarios de varias naciones.

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