- La historia de un hombre que a sus 78 años se convirtió en médico profesional le ha dado la vuelta al mundo.
- Los estudios los empezó hace más de medio siglo en Panamá y los concluyó en Argentina donde ahora radica.
- Se trata de un ejemplo para todos los que piensan que no vale la pena estudiar una carrera universitaria siendo un adulto mayor.
A lo largo de la vida hay muchos objetivos por cumplir pero muchas veces se postergan por falta de tiempo. Aunque suena trillado, en realidad todo es posible cuando existe la disposición y el esfuerzo necesario. Como ejemplo, un hombre logró graduarse como médico a sus 78 años de edad. Ahora su historia es un ejemplo para todos los demás.
Una profesión en la que nunca se termina de aprender
Al respecto, la carrera de Medicina es la más extensa que existe y muchos recomiendan que no se debe perder el tiempo. La parte general consta de seis años y en algunas universidades puede durar hasta siete. Pero además se deben considerar todos los estudios de posgrado como maestrías o una especialidad.
Aunque más allá de los estudios con validez oficial, se trata de una carrera que nunca termina. Es necesario continuar con la capacitación de forma periódica para conocer las diferentes innovaciones que aparecen en el mundo.
Con esto en mente, la lectura de artículos científicos es una parte indispensable para cualquier médico sin importar si tiene años de experiencia o es un recién egresado.
Por otra parte, otra característica fundamental es la perseverancia. A lo largo de la formación existen múltiples adversidades y barreras. Lo importante es tener la suficiente fuerza para superar todos y salir adelante.
Nunca es tarde para estudiar Medicina y cumplir los sueños personales
En ese tenor, la historia de un hombre que logró convertirse en médico a sus 78 años le ha dado la vuelta al mundo. No solo se trata de la edad sino de todo el contexto para entender que su logro es un ejemplo para cualquier persona.
Su nombre es Jorge Antonio y nació en Panamá donde empezó a estudiar la carrera de Medicina pero la tuvo que interrumpir por los conflictos políticos de la nación. Como solución tuvo que emigrar y los caminos de la vida lo llevaron a Argentina donde tuvo que empezar desde cero.
Para poder subsistir trabajó como albañil y cortador de ladrillos. A pesar de recibir una pequeña paga jamás se dio por vencido y siempre vio las cosas con optimismo.
Lo que relata es que para llegar a su trabajo tenía que hacer un traslado de dos horas de ida y otras dos de regreso. Fueron casi 50 años de actividades sin descanso y aunque no se arrepiente de lo que hizo, en el fondo siempre tuvo la inquietud de concluir sus estudios de Medicina.
Por todo lo anterior decidió inscribirse a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en Argentina. Muchos le dijeron que era una idea equivocada porque ya era un hombre de la tercera edad pero nada lo detuvo para continuar.
Su ímpetu le sirvió para ingresar a la institución y, lo más importante, continuar hasta el final. Finalmente, a sus 78 años logró convertirse en médico profesional y cuando recibió el título que lo avala mandó un mensaje para todos los jóvenes y las personas en general.
De forma directa señala que nunca es tarde para cumplir los sueños personales. Además dijo que siempre hay adversidades y personas que van a decir que hay cosas imposibles pero lo que realmente importa es la voz interior. Cuando se tiene la suficiente determinación y empeño todo se puede conseguir.