Igualdad de género en salud

Los sistemas de salud han sido creados para dar respuesta a las necesidades de salud de las comunidades y son el resultado de la evolución histórica de la sociedad. La salud es un proceso complejo determinado por la interrelación de factores fisiológicos, biológicos y sociales con los factores ambientales. En diversos estudios1-2 realizados en los años 90 del siglo XX, se ha demostrado que los hombres y las mujeres tienen diferentes maneras de enfermar y de metabolizar los fármacos, como también, diferentes estilos de vida con relación a los problemas de salud. Estos estudios contribuyen a poner de manifiesto que el género, es determinante en el proceso salud-enfermedad, generando desigualdades que se manifiestan en el acceso a instituciones de salud, listas de espera, estrategias terapéuticas3, entre otras. Elementos que intervienen en la salud y la atención sanitaria que dan como resultado desigualdades en la salud y en la atención sanitaria por razón de sexo/género.

Según el concepto de desigualdad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las diferentes oportunidades y recursos relacionados con la salud que tienen las personas, en función del territorio, género, clase social, o etnia; son recursos que están asociados con un peor estado de salud de los colectivos más desfavorecidos. La OMS hace referencia a que estas diferencias en materia de salud son injustas, evitables e innecesarias4.

Dichas diferencias y desigualdades pueden modificarse mediante políticas sociales y sanitarias.

Según Sen5, El enfoque de la salud con perspectiva de género, diferencia los factores biológicos y sociales al mismo tiempo que explora su interacción y tiene en cuenta la forma en que la desigualdad influye en las experiencias de salud, orientando las respuestas apropiadas del sistema de atención en salud y las políticas públicas.

Las políticas públicas con perspectiva de género, son procesos a través de los cuales son elaborados e implementados programas de acción pública que buscan corregir la desigualdad que se genera en el sistema de salud, favoreciendo la equidad entre hombres y mujeres6.

La clase social es uno de los factores determinantes más importantes de la salud. En nuestro país, las mujeres son más vulnerables a situaciones de pobreza y exclusión social. De manera que, a medida que empeoran las condiciones del entorno, son más negativos los indicadores de salud. Por tal motivo, es importante evaluar cómo las condiciones del entorno social, de los trabajos y los hábitos de vida influyen sobre la salud de los individuos, así como también es necesario evidenciar los puntos en que los determinantes son diferentes según el sexo, y revisar la salud de una sociedad profundamente desigual dependiendo del género2.

Se han elaborado algunas guías con recomendaciones para integrar la perspectiva de género en los programas o planes integrales de salud. Lasheras7, señala las líneas estratégicas de intervención sobre la salud de las mujeres con enfoque de género, y son las siguientes:

  • Desarrollar políticas saludables desde el sector público.
  • Crear entornos saludables.
  • Desarrollar habilidades personales mediante la educación para la salud.
  • Reforzar la acción comunitaria.
  • Reorientar los servicios de salud encaminados a garantizar la equidad.

En las ciencias de la salud, la teoría del género abre el campo para investigar las causas de las diferencias y desigualdades en los problemas de salud. Al presentar pruebas de las desigualdades en salud existentes entre hombres y mujeres, se podrá influir en las políticas enfocadas en la reducción de las desigualdades de género8.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Panisello Maria Luisa, Pastor Inma. Salud con igualdad: una propuesta para la incorporación de la perspectiva de género en los sistemas sanitarios. Ciênc. saúde collective [Internet]. 2015 May [cited 2021 May 24]; 20(5): 1555-1563. Available from: http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1413-81232015000501555&lng=e

  1. Cuaderno CAPS. Mujer y Calidad de Vida. Barcelona: CAPS; 1991.
  2. Rohlfs I, Borell C, Fonseca MC. Género, desigualdades y salud pública: conocimientos y desconocimientos. Gaceta Sanitaria 2000; 14(3):60-71.
  3. Ruiz-Cantero MT, Verdú-Delgado M. Sesgo de género en el esfuerzo terapéutico. Gaceta Sanitaria 2004; 18(19):118-125.
  4. OPS/OMS [Internet]. Paho.org. [citado el 24 de mayo de 2021]. Disponible en: https://www3.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=2649:2010-gender-equality&Itemid=72496&lang=es
  5. Sen G, George A, Östiln P. Incorporar la perspectiva de género en la equidad en salud: un anàlisis de la investigación y las políticas. Organización Panamericana de la Salud, Harvard Center for population and Development Studies; 2005. [acesado 2011 Oct 26]. Disponible en: http://www.paho.org/Spanish/DD/PUB/PO_14entire_book.pdf
  6. Delgado A. Lopez-Fernandez L. Práctica profesional y género en atención primaria. Gaceta Sanitaria 2004; 18(19):112-117.
  7. Lasheras ML, Pires M, Rodriguez MM. Género y Salud nº 3. Andalucia: Instituto Andaluz de la Mujer; 2004.
  8. Villela W, Monteiro S, Vargas E. A incorporaçao de novos temes e saberes nos estudos em saúde colectiva: o caso do uso de categoria genero. Cien Saude Colet 2009; 14(4):999-1003.
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