Médicos cirujanos lograron implantar de forma permanente el segundo brazo biónico a través de un método conocido como osteointegración.
Durante el proceso un cirujano acopló una especie de varilla metálica hecha de titanio directamente al hueso del paciente. La varilla sale del cuerpo y en su extremo opuesto hay una rosca que permite colocar la prótesis.
De acuerdo a los investigadores, esta prótesis está fijada fuertemente y sin holguras al miembro del paciente. Una gran ventaja es que la persona no necesita ningún tipo de arnés y tampoco se necesita encajar la prótesis en el miembro residual. Sólo se enrosca y queda colocada fuertemente, permitiendo manipular objetos pesados.
Otra ventaja es que durante la cirugía, los médicos colocaron sensores de electrocardiograma, los cuales registran una señal más fiable de más calidad que los sensores superficiales, para un mejor control de la prótesis por parte del paciente.
Los cirujanos también reorganizaron los nervios del miembro residual, con lo cual se utilizará la información eléctrica de los miembros en el control de la prótesis, es decir, el paciente podrá controlar la prótesis a su voluntad como cuando tenía su brazo mediante señales eléctricas que viajan al sistema nervioso.
Aquí el video que muestra este importante avance de ingeniería biomédica.