El Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” cumple 21 años de brindar atención integral, humanista y de vanguardia a las personas que no cuentan con seguridad social. “No solo buscamos atender las discapacidades, sino prevenirlas”, afirma el director general Carlos Javier Pineda Villaseñor.
Nuevas funciones durante la pandemia
Agrega que esta institución brinda servicios médicos de alta especialidad a pacientes con problemas de salud relacionados con discapacidad musculo-esquelética, neurológica, pulmonar, cardiaca, auditiva, visual, pediátrica, geriátrica y con quemaduras, y a partir del 2020 recibe pacientes referidos por otros hospitales para rehabilitación pulmonar como consecuencia de la COVID-19.
Como parte de este compromiso permanente por mejorar la calidad de vida de las personas, Pineda Villaseñor informa que en 2020 el INR brindó 83 mil 736 consultas, de las cuales seis mil 254 fueron de urgencias. Además se documentaron nueve mil 603 ingresos y egresos hospitalarios, y se realizaron cuatro mil 993 cirugías y 113 mil 149 terapias.
Uno de los desafíos de México es el incremento de casos de discapacidad por envejecimiento y enfermedades crónicas. El Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), revela que existen seis millones 179 mil 890 personas con algún tipo de discapacidad. De ellas, 53 por ciento son mujeres y 47 por ciento, hombres.
El Inegi identifica a las personas con discapacidad como aquellas que tienen dificultad para realizar actividades básicas: ver, escuchar, caminar, recordar o concentrarse, realizar su cuidado personal y comunicarse.
Ante esta realidad, el director general comenta que desde el Instituto Nacional de Rehabilitación se fortalecen acciones de prevención de accidentes y se realizan diagnósticos, tratamientos y terapias de rehabilitación basados en la evidencia científica y atención médica de tercer nivel.
“Trabajamos en tres ejes prioritarios: atención médica de alta especialidad; formación de recursos humanos a través de la educación, y desarrollo de la investigación en materia de discapacidad”.
Referente al área de atención médica, Carlos Javier Pineda Villaseñor detalla que se subdivide el área de ortopedia en regiones anatómicas. Por lo que en cada una de ellas “hay especialistas muy calificados en lesiones de mano, hombro, codo, columna vertebral, rodilla, cadera y pies”, entre otros.
Dijo que el Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” también brinda terapia pos-COVID de pulmón a pacientes referidos de otras instituciones facilitando su reintegración familiar y laboral.
En este instituto se encuentra el Centro Nacional de Investigación y Atención al Paciente Quemado (Ceniaq), que brinda servicio a cualquier persona que haya sufrido quemaduras corporales de segundo o tercer grado, como resultado de explosiones, pirotecnia, percances viales y otros accidentes.
Formación de residentes
En el INR está la sede de la Escuela Superior de Rehabilitación, que tiene una matrícula de 230 estudiantes en nueve especialidades: Audiología, Otoneurología y Foniatría; Cirugía Plástica y Reconstructiva; Genética Médica; Medicina de la Actividad Física y Deportiva; Medicina de Rehabilitación; Oftalmología; Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello; Ortopedia y Reumatología. Además, terapeutas de Centroamérica, Sudamérica, Estados Unidos y otros países reciben capacitación en este instituto.
El director general mencionó que el INR es ampliamente reconocido como modelo de vanguardia en el desarrollo de la investigación científica y avance en la medicina de rehabilitación. En 2020, el trabajo de 159 personas investigadoras fue publicado en 153 artículos.
Recientemente, la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología otorgó al INR el Premio Nacional de Innovación Médica 2021, por su proyecto de viscosuplementación, basado en miel de abeja para combatir la osteoartritis en personas mayores de 60 años.
Con dos mil 300 trabajadoras y trabajadores, entre personal médico y enfermería, terapeutas, ortesistas y protesistas, de investigación, trabajo social, entre otros, el Instituto Nacional de Rehabilitación se consolida como institución de prestigio a través de un servicio de calidad y eficiencia.