Estamos a poco menos de un año de que se lleven a cabo los Juegos Olímpicos 2020 en Japón. El evento deportivo se realizará del 24 de julio al 9 de agosto del próximo año en la ciudad de Tokio. Ante dicho suceso, la nación espera la visita de al menos 600 mil turistas internacionales. Aunque eso implica una importancia ganancia financiera, también puede impactar de forma negativa en otros rubros, como la salud.
Pero si algo caracteriza a la cultura oriental es su prevención y anticiparse a los acontecimientos. Por tal motivo las autoridades niponas han realizado una interesante estrategia que demuestra que piensan en todo. El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón (NIID) decidió importar el ébola y otros virus potencialmente peligrosos. El objetivo es estudiarlos a detalle y así estar preparados para enfrentarse a un posible brote a futuro.
Cultura de la prevención
Además del ébola también se compró patógenos de fiebre hemorrágica viral, la fiebre hemorrágica sudamericana, la enfermedad de Marburg y la fiebre de Lassa. A partir de los análisis que se realicen se podrán diseñar planes y estrategias para saber cómo actuar en caso de que se presente un brote durante las Olimpiadas.
Aunque de momento Japón se encuentra a salvo del ébola, es una realidad que se trata de uno de los problemas sanitarios más importantes de la actualidad. El país que ha resultado más afectado es el Congo. A poco más de un año de iniciado el brote actual, ya se contabilizan mil 813 muertes y más de 2 mil 600 contagios confirmados.
También se debe recordar que en julio del presente año la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia de salud pública internacional por el actual brote de ébola que se vive.
