x

La salud mental en Colombia

La salud mental en Colombia

La salud mental implica el ser sujeto con sueños y oportunidades; con autonomía, con tranquilidad; el poder desarrollarme en lo íntimo y en lo público; el poder opinar, discutir, conversar, sin temores; el poder compartir con los míos y con los nuestros, y tener el derecho de vivir sin represarías. Es una realidad que estas condiciones son precarias e inexistentes para muchos en nuestro planeta y sobretodo en un país como Colombia. ¿Es esto un síntoma de enfermedad mental? Para algunos autores, las actuales condiciones de vida (el capitalismo, la globalización, la guerra, entre otros) han causado el deterioro en la construcción de vida del sujeto.  Estudios psicopatológicos sobre salud mental sugieren que las personas que viven un estilo de vida moderno pagan un precio psicológico en términos de ansiedad y estrés1.

Es necesario, que las políticas de salud mental en un país deriven en acciones articuladas, que se basen en dos prioridades: la prevención primaria, con estrategias de promoción y prevención poblacionales que impacten y mantengan el bienestar y la buena calidad de vida de un buen porcentaje de las comunidades; el segundo un desarrollo coherente del componente de atención primaria en salud que brinde acceso, oportunidad y calidad en la atención de los eventos mentales.

En Colombia, los procesos de sensibilización y educación continúan siendo necesarios para desmontar el tabú que existe. Es común encontrar en gran parte de nuestros individuos las dificultades de reflexionar, analizar y decidir la búsqueda de ayuda cuando se encuentra una alteración del orden mental en él o en personas cercanas.  Carecemos de capacidades y competencias sencillas y básicas para una adecuada adaptación a situaciones vitales que enfrentamos en el día a día, conflictos, relaciones familiares o laborales, que con la sola mediación de la palabra y capacidad de escucha pueden resolverse, una buena tolerancia a la frustración, resiliencia, para continuar a pesar de los obstáculos o negativas que encontremos. Pero tampoco tenemos competencias para conocer cuando se presentan signos o síntomas que están mostrándonos presencia de alteraciones mentales.

Trastornos como la ansiedad y del estado de ánimo, no son reconocidos por quienes los sufren y más grave aún, ni por el personal de salud. Las cifras, son escandalosas, el 60% de las personas que acuden a un servicio de atención básica en salud, presentan síntomas de ansiedad y depresión, solo el 30% de ellos se logra diagnosticar, pero sólo un porcentaje menor recibe el tratamiento adecuado.

La conducta suicida se ha convertido en un verdadero problema de salud mental en el mundo, sin duda derivado de los problemas anteriormente mencionados y de otros adicionales que la acompañan. El incremento del número de suicidios en Colombia podría estar relacionado con temas como el aislamiento social, la incertidumbre sobre el futuro y problemas sociales y económicos. En cuanto a las características demográficas y geográficas, la data registrada por el DANE reporta que, por edades, las personas que más se suicidaron están entre los 20 y los 24 años, con un 14,9 %. De hecho, en este rango de edad, el suicidio representó la mayor tasa de mortalidad con 9,4 fallecidos por 100.000 habitantes.

La situación está planteada, se debe construir y trabajar por un modelo integrado de atención en salud mental que construya verdaderas rutas de atención integral en salud para las diferentes patologías prevalentes, con un buen sistema de referencia y contrarreferencia, valiéndonos de tecnologías y estrategias que optimicen su eficiencia2.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. Ruiz-Eslava LF. La salud mental vista desde la medicina social latinoamericana. Revista de Investigaciones en Seguridad Social y Salud. enero de 2009; 11:130–42. Disponible en:

https://www.researchgate.net/publication/344621126_La_salud_mental_vista_desde_la_medicina_social_latinoamericana/link/5f8511bf92851c14bcc38c6d/download

  1. Palacio A CA. Situación de salud mental en Colombia- Universidad de Antioquia-Medellín-Colombia. International Journal of psychological research. 2018; 11(2): 6–7

Compartir

Lo más Reciente

ÚNETE A LA COMUNIDAD DE PROFESIONALES DE LA SALUD