Las médicas tienen el doble de probabilidad de cometer suicidio que los médicos

La forma más frecuente en que los médicos y médicas cometen suicidio es a través del envenenamiento.

En el campo de la Medicina existe un preocupante fenómeno al que pocos ponen atención. Se trata de la profesión con el mayor índice de suicidios en el mundo. Resulta paradójico que las personas encargadas de atender los problemas de salud de otros no se puedan cuidar a sí mismos. A pesar del panorama, las autoridades de los distintos países no han mostrado interés en combatir esta problemática.

Al respecto, la publicación especializada Canadian Medical Association Journal publicó una investigación acerca del suicidio médico. Lo que se afirma en el trabajo es que los médicos tienen 40 por ciento más de probabilidades de cometer suicidio que las demás profesiones. Pero si eso no fuera los suficiente alarmante, en el caso de las mujeres es todavía peor. Cuando se trata de médicas, la probabilidad aumenta al 80 por ciento.

Formas de cometer suicidio

Por su parte, la investigación ahonda acerca de los métodos más comunes que eligen los médicos y médicas para cometer suicidio. La forma más frecuente para hacerlo es a través del envenenamiento. Aunque no se puede afirmar, los principales motivos serían sus conocimientos y la facilidad que tienen para conseguir medicamentos psicotrópicos como benzodiacepinas, barbitúricos o antisicóticos.

A su vez, otras formas que eligen los profesionales de la salud para concluir con sus vidas son las armas de fuego y el traumatismo.

Pensamiento presente desde la facultad

Finalmente, algo que se observó es que las ideas suicidas están presentes inclusive en los jóvenes que apenas están cursando la carrera de Medicina. De acuerdo con la investigación, el 7.4 por ciento de los estudiantes consideró cometer suicidio durante las últimas dos semanas. En cambio, cuando se trató del último año la cifra aumenta al 24.2 por ciento.

Es claro que se trata de un tema demasiado complejo que se debe analizar desde diversas ópticas. La realidad es que se requiere de mayor apoyo hacia los profesionales de la salud y las condiciones de trabajo que enfrentan a diario. Es injusto que, para muchos, sea más importante la salud del paciente antes que la propia.