Como un acto normal, cuando una persona está enferma o presenta alguna molestia acude a un hospital o clínica. La acción no presenta ningún problema salvo por una práctica riesgosa que muchos hacen de forma inconsciente: llevar acompañantes. El hecho de que personas sanas permanezcan en las salas de espera es contraproducente y provoca varios años.
En primera instancia, los que se exponen son ellos mismos porque acuden a lugares con un alto nivel de bacterias y virus. Después de ir como acompañantes, existen altas probabilidades de que al poco tiempo deban regresar por haber adquirido alguna enfermedad o infección.
¿Una práctica que promueve contagios?
También se debe tomar el aspecto del cupo limitado de los hospitales. Las unidades suelen tener pocas sillas para que los pacientes permanezcan sentados mientras esperan su consulta. Si se suma que muchos asientos son ocupados por acompañantes y no por pacientes, la saturación es todavía mayor.
En especial en nuestro país, el acudir acompañado al hospital se ha convertido en una práctica recurrente y numerosa. Son muchos quienes deciden pedir a otra persona que esté con ellos al momento de asistir a una cita médica.
Si bien, en algunos casos es entendible e inclusive necesario el llevar acompañantes al hospital, en otros no es así. Cuando se trata de niños o adultos mayores es claro que necesitan de alguien que los lleve y permanezca con ellos. Pero en el resto de la población no es realmente una opción recomendable.
Es por este tipo de situaciones que algunos países del mundo inclusive han pensado en prohibir la compañía dentro de los hospitales. Uno de los casos más recientes es el de Hospital Wrexham Maelor, ubicado en Gales. Debido a los altos contagios de gripe en invierno, propuso la medida como una alternativa para combatir este problema.
¿Y tú consideras necesarios que los pacientes vayan acompañados al hospital?
