Los azucares en exceso predisponen el organismo al cáncer

El consumo excesivo de azúcar puede convertirse en un factor de riesgo en diferentes enfermedades, entre ellas el cáncer.

Qué comemos se ha convertido en el enfoque de la alimentación, no tanto de las calorías. El exceso de azúcar en la dieta, en especial la que se consume al ingerir alimentos altamente procesados, está asociada a un mayor riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles entre las que está incluido el cáncer. Cuando se consumen más de 25gr/día, aumenta el riesgo de padecer diferentes enfermedades.

La alimentación inadecuada modifica de forma negativa la microbiota intestinal, la cual cumple múltiples funciones en el organismo; contribuye a controlar niveles de colesterol y glucosa. Contribuye a la indemnidad del intestino, asegurando una respuesta inmunológica adecuada, en el intestino se encuentra un 70% de nuestro sistema inmunológico. Tiene efecto antiinflamatorio, pues inhibe ciertas citoquinas inflamatorias.

También, predispone a inflamaciones de bajo grado, es decir inflamación crónica, provocando una activación constante del sistema inmunológico que impide los procesos de recuperación del organismo.

Así mismo, una alimentación rica en azúcares se asocia a la respuesta inadecuada de la insulina, hormona que se asocia a procesos inflamatorios en el organismo.

Por todo lo anterior, se recomienda reducir el consumo de alimentos procesados, para restringir los azúcares añadidos a la dieta.

El azúcar es disfrazado bajo otros términos como sacarosa, fructosa, maltosa, glucosa, miel o jarabe (que puede ser de malta, de caña o de maíz), jugo de caña, sirope y concentrado de zumo de fruta, entre otros. Y que son agregados a los alimentos procesados. Aprender a leer y a entender la etiqueta nutricional de los productos es una herramienta muy útil para lograr el objetivo.

Una alimentación equilibrada, variada y suficiente, con alimentos naturales, sin aditivos, conservantes, baja en sodio y en azúcar, brinda un impacto positivo, no sólo al paciente oncológico sino a todo aquel que la consume.

El consumo de azúcar no es esencial en la dieta, los carbohidratos son suministrados al organismo a través de otros alimentos. Otras opciones más saludables son:

La estevia. Es de origen natural, no afecta los niveles de glucosa o de insulina en sangre y no aporta calorías.

Azucar de coco.  Es obtenida de la flor del cocotero, es rica en fosforo, magnesio, zinc y vitaminas del complejo B. y su índice glicémico es bajo.

Xilitol. Es un azúcar de alcohol, tiene 40% menos calorías que la sacarosa y posee el mismo poder endulzante del azúcar. Tiene bajo índice glicémico, por lo que, asegura una mejor respuesta metabólica.

No hay evidencia científica clara de que los edulcorantes, que son sustitutos sintéticos del azúcar, tengan efectos dañinos sobre la salud. Sin embargo, se debe mantener un equilibrio, pues no todos los edulcorantes están libres de calorías, algunos de ellos tienen un efecto metabólico similar al del azúcar.

No existen estudios concluyentes que demuestren la relación directa entre el elevado consumo de azúcar y la progresión de la enfermedad, sin embargo, si está directamente relacionado con el riesgo de sobrepeso y obesidad, factores de riesgo relacionados directamente con 13 tipos de cáncer.

La clave está en una alimentación balanceada y natural, ejercicio físico por lo menos tres veces por semana y la reducción de alimentos procesados. Mantener el peso adecuado es muy benéfico para la salud, pues reduce el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles como la diabetes, cardiopatías y cáncer.

REFERENCIAS

Organización Mundial de la Salud (OMS). Nota informativa sobre la ingesta de azúcares recomendada en la directriz de la OMS para adultos y niños. 2015. [Internet]. Disponible en: https://www.who.int/nutrition/publications/guidelines/sugar_intake_information_note_es.pdf

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