En diversas ocasiones te hemos comentado acerca de la importancia de emprender dentro de la Medicina. Estar en una búsqueda constante de crecimiento debe ser uno de tus objetivos. Aunque no es algo sencillo, tampoco es una meta imposible de cumplir. Lo cierto es que se requiere de mucho tiempo y esfuerzo para concretar cualquier proyecto de este tipo.
Uno de los sueños de cualquier profesional de la salud es contar con su propio negocio. Puede ser un pequeño consultorio o una unidad médica de mayor tamaño. Pero como es lógico, para poder concretar la idea se requiere de una fuerte inversión financiera. En el caso de que no cuentes con ella, lo ideal es conseguir un inversionista y es ahí donde llegan varios problemas.
Cuando se presentan este tipo de situaciones existen errores que cometen algunos médicos por tratarse de un terreno que no dominan. Por eso te compartimos tres de los más frecuentes para que evites repetirlos y eso te impida conseguir el apoyo buscado.
- Darle más importancia al discurso que a la idea
Para obtener la inversión financiera es necesario que expliques para qué la utilizarás, por lo que debes de tener bastante claro tu objetivo y así determinar la cantidad económica que necesitarás. Al respecto, siempre debes de tener claro que tanto tu idea como la forma de explicarla tienen la misma importancia porque eso te permitirá convencer a los inversionistas de apoyarte. - Elaborar un plan de negocios erróneo
Derivado del punto anterior, antes de acudir con los inversionistas debes de elaborar un plan de negocios que sustente lo que deseas y la cantidad que solicitas. Recuerda que tu plan se encuentre sustentado y sea coherente porque será la manera en que lograrás convencer a los inversionistas de apoyarte. - No dejes que tu pasión sea mayor a tu realidad
Finalmente, toma en cuenta que ser un apasionado y creer en tu proyecto es válido y necesario, pero nunca debes de dejar que la pasión sea mayor y en todo momento debes ser realista. Todo se debe realizar paso a paso y siempre debes de evitar buscar un préstamo innecesario porque puede resultar contraproducente.
