Desde su llegada el poder, la salud ha sido uno de los temas centrales de Andrés Manuel López Obrador. En apenas un mes de ejercer el cargo, ya anunció la desaparición del Seguro Popular y dio a conocer el Plan Nacional de Salud. Pero la realidad es que todavía falta mucho por hacer.
Ante este panorama, el mandatario fue claro al exponer la grave situación que vive el sistema de salud pública en el país. El principal motivo de esto, argumentó, es debido a la fragmentación que existe, lo que complica la atención de la población.
No funcionan los centros de salud, no funcionan los hospitales. No hay médicos en los centros de salud y en los hospitales no hay medicinas. Los servicios de salud pública son un desastre, principalmente por la desintegración que existe. No es posible que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Salud (SSa) estén divididos. Lo que se requiere es unificarlos.
Es por lo anterior que dentro de la estrategia del tabasqueño se contempla la federalización de la salud. De esta manera, los tres institutos se unirán y serán atendidos por el gobierno.
A su vez, la estrategia del mandatario contempla dotar a los centros de salud de medicamentos y equiparlos para que mejore su nivel de atención.
Finalmente, López Obrador reiteró su compromiso de que en dos años se habrá transformado por completo el sistema de salud pública del país.
