La Medicina en nuestro país se encuentra luto por el sensible fallecimiento a los 95 años de edad del Dr. Mario Rivas Souza, considerado como uno de los primeros en practicar de manera profesional la Medicina Forense en México.
Nacido el 10 de mayo de 1923 en Jalisco, fue hijo del Dr. Jesús Mario Rivas Cuervo y de María del Carmen Souza Arabia. Gracias a su familia, desde muy joven estuvo relacionado con los temas de salud y fue en 1946 cuando ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UdeG).
Gracias a su notable trabajo e investigaciones, en 1958 se convirtió en catedrático de la UdeG, en 1994 fue Maestro Emérito y en el 2011 recibió el reconocimiento de Dr. Honoris Causa por su entrega y vocación hacia las Ciencias Forenses. Como parte de su legado se estima que practicó más de 130 mil autopsias.
Sus aportaciones en la medicina forense fueron invaluables en el campo de la investigación criminalística, por tener un impacto directo en una mejor procuración y administración de la justicia.
Durante más de seis décadas se dedicó de manera profesional a la Medicina Forense y además ocupó diversos cargos en instituciones públicas como la Cruz Roja de Guadalajara, la Procuraduría de Justicia de Jalisco, la Universidad de Guadalajara, la Asociación Médica de Jalisco, la Sociedad de Cirugía, el Hospital Civil de Guadalajara y el Servicio Médico Forense del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
Aunque hasta este momento no se han dado a conocer las causas concretas de su fallecimiento, se sabe que desde los últimos meses había presentado problemas de salud por su avanzada edad.
