Para mantener una alimentación balanceada, se requiere ingerir una variedad de alimentos que proveen al organismo los nutrientes que necesita. Al incluir todos los grupos alimenticios en la cantidad adecuada, se puede garantizar una correcta nutrición (Plana, 2019).
Debido a los afanes del día a día, no se presta atención a una buena alimentación, pero a pesar de la rutina diaria es necesario seguir una alimentación balanceada que cubra las necesidades nutricionales del organismo y contribuya a un mejor rendimiento mental y físico.
Es importante comenzar a adoptar una dieta balanceada e iniciar con hábitos alimenticios saludables, la idea no es abandonar las hamburguesas y los perros calientes, esporádicamente pueden consumirse, pero deben darle paso a los alimentos que tienen un mayor valor nutricional. Una alimentación balanceada es la que incluye proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas.
Para lograrlo sigue las siguientes recomendaciones:
Incluir todos los grupos alimenticios
Al incorporar todos los grupos alimenticios, en las cantidades apropiadas, se logra el balance óptimo que el organismo necesita en su día a día. Es importante que incluya proteínas, verduras, lácteos, cereales, grasas y frutas para asegurar variedad y calidad alimentaria.
Aumentar el consumo de frutas y verduras
Se deben comer al menos 5 porciones de frutas y verduras por día. Ellas aportan azúcares naturales, fibra dietética, minerales y vitaminas. Por ello es necesario consumir la mayor cantidad posible y aprovechar sus beneficios. Las frutas y verduras pueden ser incluidas en el desayuno y en las meriendas.
Los carbohidratos deben ser de asimilación lenta
En la mayoría de las comidas, los carbohidratos son la base, éstos son esenciales ya que aportan energía al cuerpo. Los carbohidratos son moléculas de azúcar, que son descompuestos por el cuerpo y transformados en glucosa, la cual es la principal fuente de energía para los órganos del cuerpo las células y los tejidos. Los carbohidratos de asimilación lenta, son los más apropiados porque contienen fibra, minerales y vitaminas.
Incorpora las grasas saludables a tu dieta
Las grasas son una parte fundamental en la dieta balanceada, ya que aportan energía y contribuyen en la absorción de las vitaminas. Se debe elegir las grasas no saturadas que se encuentran en pescados, aguacates, frutos secos, el aceite de oliva extra virgen, que además aporta ácidos grasos omega 3 y antioxidantes que ayudan en muchas funciones del organismo.
Incluye las proteínas
Las proteínas contribuyen al correcto funcionamiento de los músculos y del cerebro. Las legumbres, las carnes magras, el pescado y los huevos son la principal fuente. Son fuente de vitamina B12 y de ácidos grasos.
Consumir mucha agua
El agua es indispensable para un mejor funcionamiento del cuerpo, lo mejor es tomar agua diariamente. Ayuda a regular la temperatura, lubrica y ayuda a tener una buena digestión. La ingesta de agua debe ser de por lo menos 2 litros diarios. Una dieta equilibrada te ayudará a conservar la salud y te permite desarrollar las actividades cotidianas y te permite tener un mejor rendimiento.
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