Existen acciones dentro de la población general que resultan difíciles de entender y una de ellas es la poca importancia que le brindan a su propia salud. El año pasado la consultora De las Heras Demotecnia publicó los resultados de un estudio que refleja el panorama en nuestro país. Lo que se mostró es que el 54 por ciento de los mexicanos no acuden con el médico desde el primer síntoma de alguna enfermedad.
Al respecto, los encuestados respondieron que las principales causas por las que no asisten de inmediato con el médico cuando presentan algún problema son falta de tiempo, falta de dinero, creen que no lo necesitan, no tienen ánimo y por miedo.
De igual forma, es común escuchar la frase “me siento bien y por eso no voy con el médico”. Lo cierto es que en la mayoría de los casos es falso por el simple motivo de que los pacientes no se pueden diagnosticar a sí mismos. No cuentan con los conocimientos suficientes y en lugar de asistir con un profesional de la salud prefieren otras alternativas.
Automedicarse, la “alternativa” más común
Uno de los caminos que prefieren es la automedicación, lo cual suele ser peor y complicar su salud. Aunque puede existir una ligera mejora al instante, después se puede presentar una recaída o simplemente nunca recuperarse. A su vez, es una forma en que se fomenta la farmacorresistencia, lo que afecta a toda la población.
También se debe considerar que cuando un problema de salud no se atiende a tiempo, tiende a incrementar su peligrosidad. Como ejemplo se puede mencionar el caso del cáncer, donde la mayoría de los casos en México se detectan en etapas avanzadas. La consecuencia es que se reducen las probabilidades de curación.
La conclusión es que se necesita cambiar la mentalidad del mexicano. Asistir con un médico no es un castigo ni debe ser mal visto. En realidad, mientras más pronto se acuda con un galeno ante cualquier enfermedad, es mucho mejor.
