• La OMS afirma que existen al menos 1,300 millones de personas con alguna discapacidad en el planeta.
• La cifra indica que una de cada seis personas en el mundo vive con esta condición.
• Una estudiante de Medicina de la UNAM con lesión medular completa obtuvo el oro en paratletismo en los Juegos Paranacionales 2022.

Todos los profesionales de la salud se enfrentan a múltiples retos en su vida diaria. Algo bastante común es atender a pacientes con alguna discapacidad y en todo momento se debe ofrecer el mismo servicio que a los demás. De ninguna forma se puede negar la atención porque se puede caer en un acto discriminatorio con consecuencias legales. ¿Pero qué ocurre cuando el médico es el que tiene el impedimento físico?

Una situación más común de lo que muchos piensan

No se puede caer en el error de pensar que las personas con una discapacidad son una minoría. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen alrededor de 1,300 millones de individuos con esta condición. Con esto se obtiene que corresponde a una de cada seis personas en el planeta.

En ese sentido, el informe mundial titulado Global report on health equity for persons with disabilities muestra que el riesgo de morir mucho antes —hasta 20 años antes— es mucho mayor entre las personas con esta condición que en el resto. Uno de los motivos es la inequidad para acceder a los servicios básicos de salud.

La investigación también menciona que las personas con discapacidad presentan un mayor riesgo de desarrollar afecciones crónicas, que, en el caso del asma, la depresión, la diabetes, la obesidad, las enfermedades bucodentales y los accidentes cerebrovasculares, puede llegar a duplicarse. Muchas de las diferencias en cuanto a los efectos en la salud no son atribuibles al estado de salud subyacente o la discapacidad, sino a factores evitables e injustos.

Por otra parte, aunque a veces se minimiza a quienes tienen capacidades diferentes, como también se llama a este sector, en realidad muchas veces son más fuertes que el resto. De hecho hay un ejemplo bastante claro que debe llenar de orgullo a todo el gremio médico.

Estudiante de Medicina es un ejemplo de vida

Se trata de Viridiana Parra Marín, quien actualmente es alumna de tercer año de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Desde que era pequeña fue diagnosticada con lesión medular completa. Por ese motivo perdió la movilidad en sus extremidades inferiores.

Aunque para muchos puede parecer una adversidad, en realidad ella lo vio como un reto. Desde entonces ha tenido que esforzarse el doble para tener una vida similar a la de sus compañeros. Para ayudar a otras personas fue que decidió estudiar Medicina y además adoptó el deporte como un compañero de vida.

A partir de lo anterior empezó a practicar paratletismo y además se inscribió en los Juegos Paranacionales 2022. Producto de su esfuerzo y dedicación consiguió el oro en los 100 metros planos de paratletismo con un tiempo de 28 segundos con ocho milésimas.

Su historia de éxito se suma a la de Fernanda Granillo, quien es alumna de primer semestre de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM. En su caso, perdió la vista a causa de cáncer de retina cuando tenía dos años. Desde los cuatro años inició su gusto por la paranatación en albercas cercanas a su domicilio.

Ya de manera profesional decidió participar en el mismo certamen y consiguió tres preseas de oro. La primera en los 50 metros dorso, con un tiempo de 55.81; la segunda en los 50 metros libres, con 44.26; y la tercera en los 100 metros libres, donde cronometró 1:55.00.

Las dos son una muestra clara de que jamás se debe subestimar a las personas con alguna discapacidad. Mientras que gracias a todo su esfuerzo y perseverancia las dos lograron destacar en el deporte y ahora aspiran a competir en otros certámenes internacionales.

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