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Otras cinco señales de que eres un jefe, pero no un líder

Dentro del sector salud, no basta con que tengas una posición de autoridad para mantener un negocio o dependencia fluyendo, necesitas ser un verdadero líder

En salud, un liderazgo inspirador y sólido es fundamental para que los pacientes reciban una atención adecuada, sin importar el tipo de servicios o productos. Sin embargo, hay muchos administradores en el sector que realmente no tienen las habilidades y características necesarias para volverse un líder.

Hace unos días hablábamos de algunas de las situaciones que indican que una persona no es un líder, sino simplemente un jefe. Sin embargo, hay cinco elementos más que te permitirán identificar si tú o tu administrador son una inspiración o solo tienen un rol de autoridad:

No hay oportunidad para expresarse

Aunque ya es malo de por sí que un jefe no pida retroalimentación activamente o simplemente se limite a mandar órdenes, es todavía peor que no exista ni siquiera una apertura pasiva a otras formas de pensar. Un líder necesita dejar en claro, al menos, que se pueden dar visiones distintas.

Hay una falta de aprecio al trabajo duro

Incluso si se espera que todas las personas del consultorio hagan un esfuerzo y cumplan con sus obligaciones, no está de más reconocer los logros del personal. Mientras un líder recuerda constantemente a su equipo de su valor, un jefe no se molesta en agradecer a la gente por “hacer lo que tiene que hacer”.

Concibe solo una obligación unilateral

Mientras que un líder reconoce que tiene ciertas responsabilidades con su equipo de trabajo, un jefe solamente alcanza a ver lo que sus colaboradores le deben a la organización y, particularmente, a él como figura de autoridad. La relación no es mutua, sino de un solo canal.

Evita conversaciones incómodas o difíciles

Un jefe tiende a ignorar o desviar su atención de temas complejos para el espacio de trabajo: un doctor que renuncia súbitamente, confusiones en el proceso de trabajo, normas y reglas de convivencia, etcétera. Mientras que un líder asume la responsabilidad de resolver estos retos, un administrador en salud simplemente le pide a su equipo que lo resuelvan sin molestarlo.

Carece de la visión del líder

Una verdadera figura de autoridad, a la que los equipos de salud admiran y siguen por voluntad propia, necesita trazar un camino claro hacia el futuro. Un jefe no solo no tiene un plan a futuro, a veces solo lo dicta cuando no le queda de otra o le deja esa tarea a su equipo mientras se encarga de “cosas más importantes”.

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