A pesar de que México se coloca como una de las naciones con un número limitado de casos diagnosticados como enfermedades mentales y/o trastornos de la conducta entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el dogma y las creencias que prevalecen en el imaginario colectivo del mexicano continúan teniendo un impacto negativo en el acercamiento del paciente a la consulta psiquiátrica.
El dogma en el paciente psiquiátrico
Con esto en mente y tomando como referencia la información contenida en un artículo publicado por la cadena de noticias del diario El Universal, una evaluación elaborada por los médicos especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), permitió identificar una tendencia que se inclina a la definición por la cual se indica que es el paciente adulto masculino el principal renuente a la consulta psiquiátrica por diversos factores de índole social en México.
Para detallar esta tendencia, la subdirectora médica del Hospital de Psiquiatría con Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 10 del IMSS, Dunia de Martini Romero, reconoce que entre los principales aspectos que tienen una mayor injerencia en la decisión del paciente son el temor a:
- Prejuicio social;
- Poner en riesgo su trabajo;
- Disminuir las posibilidades de recibir un asenso; y,
- Perder el respeto de sus familiares, amigos y/o determinado grupo social.
Para poner un ejemplo, en el caso de la depresión, los hombres interpretan esta condición patológica con malestares físicos, como:
- Dolor cabeza;
- Tensión en las articulaciones;
- Colitis;
- Gastristis;
- Estreñimiento; y,
- Mareos.
Mientras que, por otro lado, las mujeres hacen más visible esta patología en el estado de ánimo y su condición afectiva. Sin embargo, ambas manifestaciones tienen el mismo impacto negativo en la calidad de vida del paciente.
En este sentido, la especialista recuperó que de la información disponible es necesario reconocer que cada persona presenta un cuadro sintomático distinto sobre un mismo punto patológico. Razón por la cual, invitó a los médicos de primer contacto a creer en el paciente, en el ánimo de establecer un diagnóstico y tratamiento personalizado.
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