Ser un profesional de la salud y estar en contacto constante con los pacientes implica diversos riesgos. El más peligroso es recibir una agresión, tanto física como verbal, aunque en realidad existen otros inconvenientes que se pueden presentar en cualquier momento. La privacidad que existe dentro de los hospitales es un factor en contra de los galenos.
Fue precisamente eso lo que ocurrió en mayo de 2017 en el Hospital de Manacor, ubicado en Mallorca, España. En el nosocomio estaba internado un paciente de 70 años de edad que estaba a punto de ser operado. El origen del problema surgió cuando el hombre le dio un beso en la boca a la enfermera que lo atendía. Obviamente la acción fue hecha sin el consentimiento de ella, lo que provocó su enojo e indignación.
Abuso de confianza
Ante lo ocurrido, la enfermera levantó una queja dentro del hospital y posteriormente acudió a las autoridades locales. Desde entonces, inició un largo juicio en contra del hombre por su conducta, la cual fue catalogada como acoso sexual por la enfermera.
En un inicio, la parte acusadora exigía una sanción de al menos año y medio de cárcel para el hombre de la tercera edad. Finalmente, después del extenso proceso, las autoridades desecharon la opción y optaron por simplemente condenarlo al pago de una multa.
Por haber cometido tal acto, el hombre tendrá que pagar una indemnización de mil 500 euros (poco más de 30 mil pesos mexicanos) a la enfermera. Si bien, para algunos se trata de un castigo justo, otros opinan que es insuficiente.
Y durante tu experiencia profesional, ¿tú has sufrido de algún tipo de acoso de parte de algún paciente?
