Ante un problema de salud tan grave y nuevo como la Covid-19 se requiere de soluciones inmediatas. Pero además también es necesario que sean seguras y basadas en evidencia científica. Precisamente por tal motivo todas las vacunas y tratamientos propuestos deben superar una larga travesía para mostrar que funcionan. En caso de no conseguirlo no reciben la autorización sanitaria correspondiente por representar un daño contra la salud.
El ejemplo más claro se puede apreciar con el proyecto de vacuna desarrollado por AstraZeneca y la Universidad de Oxford. Hasta el momento se ha dado a conocer que dos de los voluntarios han presentado efectos adversos graves. Se trata de mielitis transversa y aunque todavía no se ha probado que haya sido consecuencia directa de la inoculación, el trabajo de investigación podría ser detenido de forma definitiva.
Por otra parte, esta nueva cepa de coronavirus también ha propiciado la aparición de alternativas de curación que carecen de un sustento verídico. Una de ellas es el dióxido de cloro, el cual es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo utilizado como blanqueador en la fabricación de papel y en el proceso de tratamiento de agua. Al entrar en contacto con el líquido reacciona para formar iones clorito. Ambas sustancias químicas son altamente reactivas y al ser ingeridas pueden provocar irritación de la boca, el esófago y el estómago, se pueden presentar náuseas, vómito y diarrea, además de trastornos cardiovasculares y renales.
Por lo anterior es que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha sumado esfuerzos para prevenir el uso de productos a base de Dióxido de Cloro, Clorito de Sodio o sus derivados. Aunque al mismo tiempo, también existen grupos de personas que no respetan las normas y aseguran que es un tratamiento que ayuda a prevenir contagios de Covid-19.
Mexicanos a favor del dióxido de cloro y en contra del cubrebocas
En ese sentido, durante la tarde de este domingo 20 de septiembre se llevó a cabo una manifestación pacífica en la Ciudad de México. Alrededor del Ángel de la Independencia se reunieron más de 100 personas que están a favor del dióxido de cloro.
Dentro de quienes asistieron se encuentran integrantes de la Coalición Mundial Salud y Vida (COMUSAV) y presuntos médicos de la Asociación Médicos por la Verdad y Humanos por la Verdad.
Los asistentes manifestaron que ellos son dueños de su cuerpo y por lo tanto pueden utilizar el método que quieran para protegerse. Además también mostraron pancartas en contra del uso de cubrebocas y dejaron en claro estar en contra de la vacunación obligatoria.
Sí, esto es real: En #CDMX hubo una manifestación que para exigir que el dióxido de cloro sea usado como tratamiento contra el #COVIDー19 a pesar de que esto no tiene sustento médico y si hay evidencias de sus afectaciones a la salud. https://t.co/lemWuRMqAT
— Animal Político (@Pajaropolitico) September 21, 2020
Cofepris no recomienda el dióxido de cloro
Aunque no se reportan daños o afectaciones al patrimonio público, lo peligroso es el mensaje que manda a la población. De hecho, la propia Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha dejado en claro que no se ha autorizado algún registro sanitario de medicamentos que contenga en su formulación la sustancia denominada Dióxido de Cloro, Clorito de Sodio o sus derivados. La decisión es porque las investigaciones realizadas han mostrado que su uso representa un riesgo a la salud.
Por su parte, previamente Simón Kawa Karasik, director general de la Coordinación de los Instituto Nacionales de Salud (CINS), dio a conocer una lista de medicamentos que jamás se deben consumir contra la Covid-19. Dentro de las opciones aparece el dióxido de cloro al afirmar que en primea instancia genera una falsa sensación de protección en el consumidor. Pero además es contraproducente e inclusive puede generar daños mayores a la salud.
