La conocida por sus siglas TMO, o terapia miofuncional, se puede definir como el conjunto de ejercicios y técnicas orientados a mejorar el funcionamiento bucofacial en la infancia y adultez. Es una disciplina dentro de la logopedia pero, muchas veces, se requiere del trabajo de otra rama, la ortodoncia, puesto que determinados problemas del crecimiento derivan en problemas relacionados con la dentadura.
Concretamente, la terapia miofuncional engloba un conjunto muy amplio de funciones esenciales para las personas. Es, por tanto, importante, conocer sus beneficios e identificar cuándo deberíamos recurrir a ella, especialmente en las edades más tempranas, que es el momento perfecto para detectar anomalías del desarrollo.
¿En qué consiste la terapia miofuncional?
Sin lugar a dudas, una de las principales ventajas de esta terapia es que se puede realizar de forma pasiva o activa. Es decir, en ocasiones no requiere de la participación activa del paciente. Esto hace que sea un tratamiento adaptable a las necesidades y al estado de cada persona.
El sistema orofacial abarca un gran abanico de funciones, por lo que será necesario saber qué queremos corregir en concreto. El método de la terapia miofuncional se basa en masajes, ejercicios de coordinación y hábitos de respiración que se pueden llevar a cabo con o sin materiales específicos.
Algunos ejercicios de esta terapia
En niños, los ejercicios que pauta el logopeda se explican como un juego para que así resulte más atractivo. Básicamente, se utilizan ejercicios que involucran la musculatura de labios, lengua, mejillas, músculos levantadores de la mandíbula, faringe, laringe y paladar blando. A continuación te mostramos algunos ejemplos de ejercicios que se recomiendan con la terapia miofuncional.
- Ejercicios linguales: metiendo y sacando la lengua y hacer otros movimientos, como doblarla o tocar ambos labios, según el ritmo marcado por el especialista.
- Uso de respiradores bucales: el objetivo es controlar la cantidad de aire que entra por la boca y la nariz.
- Realizar movimientos con los labios: es decir, sonreír, hacer el gesto de lanzar un beso o sostener pequeños objetos, para así ir adquiriendo fuerza labial.
- Mejorar el movimiento de la mandíbula: indicando al paciente que la mueva hacia los lados y haga diferentes aperturas.
¿Cuáles son los beneficios de la terapia miofuncional?
No existe una edad idónea para realizar TMO, aunque sí que es verdad que es conveniente detectar a tiempo cuándo una persona va a necesitarla. Aunque sí es cierto que es apta para bebés como para personas ancianas con demencia, es posible realizarla a cualquier edad.
Aunque es cierto que la edad idónea para llevar a cabo la terapia miofuncional es cuando el paciente aún es un niño, también es posible realizarla en personas adultas. Es un tratamiento que aporta innumerables beneficios, ya que aborda problemas que afectan al día a día.
Es por eso, por lo que se puede decir que corrige problemas como son los siguientes:
- Deglución atípica.
- Problemas a la hora de pronunciar ciertos fonemas.
- Disfunción lingual.
- Trastornos de la masticación.
- Respiración bucal.
- Anomalía en el desarrollo del movimiento labial.
- Posición indebida de la lengua en estado de reposo.