¿Qué hacer si piensas que uno de tus pacientes podría sufrir autismo?

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Imagina que como pediatra, en algún momento, te toca informarle a unos padres de que su hijo podría sufrir autismo. ¿Cómo le comunicarías la noticia? ¿Qué protocolo deberías seguir para hacer esta comunicación de la mejor manera posible? Lo primero que tienes que tener en cuenta es que si sospechas que un paciente presenta el Trastorno de Espectro Autista (TEA), el niño necesitará una evaluación completa y debe ser referido para poder ser intervenido.

Antes del diagnóstico debes hacer una evaluación completa del TEA

Como profesional debes realizar un examen completo de evaluación del TEA antes de establecer un diagnóstico. Dicha evaluación consiste en hacerles a los padres de familia y a los encargados de su cuidado una serie de preguntas, observar al niño, realizar un examen físico y administrar pruebas. Al ser el pediatra podrás recetarle terapias médicas necesarias como del habla, del comportamiento o terapia ocupacional. Si el niño es menor de 3 años, será referido a un programa de intervención temprana. Si tienes 3 años o más, puede ser evaluado y matriculado en un programa de educación especial. Si el niño tiene entre 3 y 5 años de edad, puede cumplir ya con los requisitos para asistir a un programa de desarrollo preescolar para niños que necesitan ayuda adicional.

La evaluación tiene 5 fases o apartados

Pero, ¿En qué consiste la evaluación que deberías realizarle al niño para conocer su grado de autismo? Básicamente se puede afirmar que se deberían hacer los siguientes análisis o tareas durante la evaluación:

  • Observar cuidadosamente las interacciones en el juego y entre el niño y el cuidador.
  • Historial médico detallado y examen físico.
  • Análisis de registros médicos de servicios previos de educación temprana, de la escuela y otras evaluaciones.
  • Evaluación del desarrollo de todas las habilidades (social, autoayuda, cognoscitivo y motriz). Se sospecha de TEA cuando las funciones sociales y del lenguaje del niño están considerablemente más deterioradas que el nivel de todas las destrezas: de adaptación, cognoscitivas y motriz.
  • Prueba de audición (audiología). Todos los niños con retrasos del desarrollo del habla o aquellos que se sospecha sufren de TEA deben recibir una prueba de audiología.
  • La evaluación del lenguaje que brinda resultados estandarizados de lenguaje expresivo (incluyendo el habla) y el lenguaje receptivo, así como una evaluación del lenguaje pragmático (uso del lenguaje social) y la articulación (pronunciación).

 

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