Tú sabes muy bien lo importante que resulta mantener una relación cordial con los pacientes. Desde el momento en que llegan al consultorio es pertinente mostrar un trato gentil que ayude a eliminar barreras. Aunque la realidad es que en ocasiones, sin importar las atenciones que muestres, ellos no responden de la misma manera.
Siempre es necesario hacer ciertas preguntas de rutina para lograr identificar el origen de su problema de salud. Es el primer paso para poder ofrecer un diagnóstico acertado y preciso a cada uno. Pero como lo puedes comprobar en tu vida profesional, existen algunos temas que a algunos pacientes no les gusta tocar. Ante este tipo de circunstancias, en muchas ocasiones suelen evadir el tema e inclusive mentir para no comprometerse.
Falta de honestidad
En general, cualquier tipo de pregunta acerca de si han consumido drogas es mal vista por los pacientes. Muchos de ellos piensan que se trata de una afirmación, cuando en realidad lo único que se busca es tener mayores sustentos para el diagnóstico.
De igual manera, cualquier interrogante acerca de la vida sexual del paciente les provoca incomodidad. No importa el tono ni la manera en que sea abordada, para ellos es un tema del que les cuesta trabajo hablar. Pero el problema es que se trata de información necesaria para poder ofrecer un diagnóstico acertado.
Finalmente, no sólo se trata de la incomodidad del paciente sino su falta de honestidad. Algunos estudios previos señalan que sólo dos de cada 10 hablan con la verdad con sus médicos dentro del consultorio. Lo que no toman en cuenta es que al final, los mayores perjudicados son ellos mismos. El mentirle al médico es sinónimo de mentirse a uno mismo.
¿Y tú qué otras preguntas has observado que les causan incomodidad a tus pacientes?
