Bélgica se encuentra en alerta máxima luego de haber registrado dos explosiones en el aeropuerto de su capital y otra en el metro, las cuales arrojaron un saldo 34 personas fallecidas y más de 80 heridos, aunque las cifras podrían aumentar en las próximas horas.

Líderes mundiales han manifestado su apoyo al gobierno belga, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien desde Cuba aseguró que se hará “lo que sea necesario” para aprehender a los responsables y llevarlos ante la justicia.

En tanto, la población de Bélgica atraviesa por un estado de parálisis y caos, luego de que el Estado Islámico se adjudicara los ataques.

Las días próximos serán duros para la gente, baste recordar, por ejemplo, el ataque terrorista ocurrido en Nueva York, EE. UU., el 11 de septiembre de 2001. Durante las semanas posteriores a este hecho los neoyorquinos experimentaron temor, ira e incredulidad.

La expectativa de nuevos ataques terroristas en aquel momento causó que la gente evitara los lugares concurridos y resultaba difícil distinguir un lugar seguro de otro de alto riesgo. Asimismo, quienes sufrieron directamente los eventos desarrollaron problemas psicológicos, tales como Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), depresión, ansiedad, drogadicción y alcoholismo.

Actualmente hay personas (víctimas y familiares de fallecidos en los atentados) que tienen problemas para dormir, pesadillas, agitación, ansiedad e ira, por lo que no es de extrañar que este tipo de trastornos se presenten en los días subsecuentes en parte de la población belga.

Asimismo, es posible que surjan sospechas excesivas hacia individuos provenientes de Medio Oriente, lo que sumaría los efectos de la segregación racial a los daños que enfrentará la salud de este país europeo.

Aunque el Trastorno por Estrés Postraumático es un término que continúa en desarrollo, los profesionales de la salud deberán tener en cuenta que éste puede durar de 1 a 3 meses (agudo), 3 meses (crónico), o bien, iniciarse tardíamente, después de 6 meses del trauma, y aunque el diagnóstico de TEPT requiere la presencia de varios síntomas, personas con algunos de ellos podrían estar bastante afectadas, por lo que también se beneficiarían del tratamiento.

Sin duda, el panorama que enfrentarán los profesionales de la salud en los próximos días en Bélgica es complicado, sin embargo, la población cuenta con ellos para sobrellevar el momento actual y las secuelas que habrán de experimentar.