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¿Salvar la vida de un paciente o respetar su ideología religiosa?

Una joven de España se encuentra en estado crítico y requiere con urgencia una transfusión de sangre pero no puede recibirla por ser Testigo de Jehová.

Al ser un profesional de la salud, sabes que estás expuestos a situaciones críticas con tus pacientes. Tu trabajo incluye varios riesgos y las decisiones que tomes pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte. Si bien, siempre se debe de respetar la voluntad de las personas, en ocasiones eso no siempre es lo mejor.

Todo esto viene a relación por un caso que actualmente ocurre en España y ha provocado opiniones divididas. Se trata de una joven de 20 años que se encuentra en estado crítico en el Hospital de Huesca de la comunidad de Aragón. Para lograr estabilizarla los médicos han señalado que se requiere con urgencia una transfusión de sangre. El problema radica en que ella es Testigo de Jehová y por tal motivo su religión le prohibe recibirla.

Todo inició a partir de problemas derivados de una intervención quirúrgica. A su vez, la situación se agravó por una peritonitis. En primera instancia, los médicos optaron por inducir a la paciente en coma.

Debido a que no se han observado mejorías en la joven, ahora los médicos están desesperados. Algo en esencia tan sencillo como una transfusión de sangre sería suficiente para salvarle la vida. Pero como ya se mencionó, desde antes del problema inicial, la paciente estipuló que no quería recibir la transfusión por su ideología religiosa.

Inclusive ella firmó un testamento vital en el que expresaba su negación a una transfusión de sangre. Precisamente por eso es que resulta tan complicado el actual desde el marco legal.

Por lo pronto, los médicos han actuado hasta donde han podido. Aunque este caso también ha levantado el interés para modificar las leyes y evitar que se repitan situaciones similares.

¿Y tú qué harías en un caso de este tipo?

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