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Síndrome de Procusto, ¿el trastorno mental más común en los médicos?

Una persona posee esta enfermedad psicológica cuando tiene miedo de ser superada por sus subordinados, ¿conoces a alguien así?
Síndrome de Procusto
  • La carrera de Medicina no solo implica enfrentar largas jornadas de trabajo sino también lidiar con doctores que no desean que sus subordinados los superen.
  • Una mala relación en el hospital no solo perjudica a los pacientes sino que también produce un menor rendimiento grupal.
  • El Síndrome de Procusto es descrito como una enfermedad psicológica que posee una persona cuando tiene miedo de ser superada por sus subordinados.

 

Existen muchos aspectos que implica ser un médico profesional y los cuales no siempre son abordados. Más allá de la satisfacción de ver la recuperación de los pacientes también hay otros aspectos nada agradables de esta profesión. Debido a las exigencias dentro de los hospitales y las envidias entre colegas es bastante común que los doctores desarrollen el Síndrome de Procusto, ¿pero sabes realmente en qué consiste?

Lejos de tratarse de una simple afección cognitiva, son cada vez más las organizaciones que evidencian en sus colaboradores este problema. De acuerdo con Lucía Pérez, Directora del Global Máster en Recursos Humanos de EAE Business School, se trata de una enfermedad psicológica que posee una persona cuando sufre miedo de ser superado. Aunque también se puede entender como una persona que hace todo lo posible para que sus subordinados no puedan progresar.

“Si hablamos de los síntomas o las conductas que pueden asociarse a este síndrome por parte de quien lo ejerce, podemos citar los siguientes: desvalorizan, gritan, aíslan, manipulan, estigmatizan, menosprecian, discriminan, acosan, ignoran, a veces, hasta difunden rumores, desvirtúan sus ideas o se las apropian. Son personas muy tóxicas que generan una gran desmotivación. Además, no fomentan la cultura de trabajar en equipo, ya que no les interesa que un proyecto global traiga consigo un triunfo, no soportan que nadie más destaque”.

¿Cómo surgió y cuál es el origen de su nombre?

Su origen histórico podría remontarse al mito griego de Procusto. Era un hombre amable, complaciente y afectuoso que ofrecía refugio a solitarios viajeros en su humilde posada. Cuando estos descansaban plácidamente, él aprovechaba para reducirlos de tamaño violentamente a tal punto de que los cuerpos de sus huéspedes se ajustarán exactamente a la magnitud de las pequeñas camas.

Esta condición mental se presenta más comúnmente en los altos cargos, o en mandos intermedios, los cuales harán todo lo posible para que un subordinado no pueda brillar. Este puede ser causado por la imposibilidad de reconocer las capacidades de los otros, el temor a ser sobrepasados en nuestras condiciones profesionales, el recelo a la verdad explicada por nuestro prójimo y principalmente la envidia.

Por su parte, el portal Scielo menciona que este problema es bastante común en Medicina. Además indica que la presencia en profesionales de la salud con este cuadro, que reconocen entre sus subordinados auténticos líderes de opinión que puedan hacerles sombra, padecen también del síndrome de Cronos.

Identificar a una persona que sufre del Síndrome de Procusto no es tarea fácil. En general se trata de personas que se distinguen por sus buenos resultados, pero también expertas en fingir.

¿Cómo detectar a alguien con el Síndrome de Procusto?

  • Retiene o no revela la información necesaria para el equipo.
  • Entorpece el desarrollo/crecimiento de la otra persona.
  • Oculta y niega las habilidades/capacidades de algún integrante.
  • Evita que su equipo tenga conversaciones relevantes con jefes/compañeros.
  • Bloquea la asistencia de alguien del equipo a reuniones importantes.
  • No permite que se aporten nuevas ideas.
  • Dificulta el contacto con otros empleados/as para que no sobresalga.

 

Es importante dimensionar las consecuencias negativas que trae tener en el equipo de trabajo una persona que sufre de esta condición.

  • Afecta la eficacia: porque afecta el clima laboral, reduce la consecución de los objetivos y, por tanto, los resultados económicos.
  • Fuga de talentos: el grado de satisfacción que experimentan los colaboradores y el nivel de desarrollo, se irá esfumando y buscarán nuevos horizontes para poder brillar.
  • Disolución: rompe el nivel de confianza e identificación de los colaboradores con la organización, lo que origina, en muchos casos, renuncias inesperadas.

 

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