Dentro de cualquier hospital es obligatorio que exista un pleno respeto hacia los pacientes. Pero de igual forma, se requiere lo mismo con respecto a los demás compañeros de trabajo. Se debe considerar que todos son colegas y de ninguna forma se pueden permitir conductas como la reportada en España.
En este caso, el vergonzoso caso se registró en el Hospital Clínico de Valencia, donde un cardiólogo enfrenta una severa acusación. Actualmente la policía local investiga la acusación presentada por una trabajadora del nosocomio. Ella señala que mientras se encontraba en el baño detectó oculto un teléfono celular que la estaba grabando.
Abuso de confianza
Su primera reacción fue retirar el equipo y acudir con las autoridades. Después de una revisión se confirmó que el propietario era el cardiólogo señalado. Ante los hechos ocurridos, se le levantaron cargos por el delito de atentar contra la intimidad de su compañera.
Después de un primer citatorio, el acusado se encuentra en libertad provisional y está a la espera de reunir pruebas a su favor. Pero de igual forma, las autoridades del Hospital Clínico de Valencia confirmaron la suspensión del cardiólogo.
Aunque todavía queda pendiente la revisión del caso para confirmar al culpable, es penoso que ocurran este tipo de situaciones dentro de un hospital. A pesar de ser un lugar en el que debería de prevalecer un ambiente cálido de trabajo para proyectarlo en los pacientes, no siempre ocurre así.
De igual forma, se analiza el castigo que se debería de aplicar a la persona que resulte culpable de invadir la privacidad de sus compañeras de trabajo.
