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¿Te has convertido en un líder? Para triunfar, antes necesitas saber algunas cosas…

Cuando tu carrera médica es exitosa, tarde o temprano tendrás el rol de un líder; pero, ¿tienes lo que se necesita para aprender a hacer tu nuevo trabajo?

Después de años de esfuerzo, tu carrera médica ha dado un gran giro. Ahora ocupas una posición de gestión en tu centro de salud o has abierto tu propio consultorio. Sin embargo, ser un jefe no significa que tengas las características de un líder. Se trata de dos conceptos totalmente distintos. Si es la primera vez que estás es una posición de poder, hay algunas cosas que debes saber:

Ser un líder no es lo mismo que ser parte del equipo

Podrás ser muy bueno en la práctica clínica. Pero ser el jefe de un grupo de especialistas es una cosa totalmente distinta. No importan tus años de experiencia, debes saber que eres un aprendiz. No hay forma que puedas ser bueno de la noche a la mañana en algo que no has hecho nunca. En el camino, debes aceptar los errores, conversar con tu gente y hacer un esfuerzo por mejorar.

Adaptarse: la herramienta mágica de la gestión

Cada persona en tu equipo tiene un estilo de trabajo distinto. Incluso cuando todos son médicos y saben cómo dirigir una consulta o hacer un procedimiento, habrá diferencias. Por eso, no puedes esperar que las mismas estrategias de gestión funcionen con todos. Como líder, necesitas acercarte a cada uno con un enfoque particular. Así, podrás explotar al máximo sus capacidades.

Orden y asesoría: dos elementos cruciales

Las personas necesitan estructuras definidas para funcionar. Hay pocos estilos en los que un líder pueda dar rienda suelta a su equipo y tener grandes resultados. Debes asumir la responsabilidad de guiar a tu equipo y proveer una excelente atención. Decir que es un compromiso de todos suena bien, pero no es realista. Necesitas marcar paso para tu gente.

Orden y asesoría: elementos de tensión

A la vez, demasiado control es negativo. Es distinto un líder enfocado a detalles y uno que microgestiona cada acción. Debes guiar a tu equipo al éxito, pero sin instrucciones que marquen, sin excepción, los pasos a seguir. Se trata de empoderar a tu equipo para que se supere.

Confía en la habilidad de tus colaboradores

Habrá ocasiones en las que algún miembro de tu equipo sea más experimentado que tú en alguna tarea. Debes permitir que tu equipo haga lo que sabe, incluso si no estás de acuerdo en el enfoque. Tu rol debe ser dar dirección. Solo toma el control absoluto si es cuestión de vida o muerte.

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