Detrás de una buena marca, generalmente existe un buen slogan. Con esto nos referimos a que para posicionarnos en el gusto de las personas, el simple nombre y el logo de nuestra empresa no bastan para impactar en las personas como desearíamos. Y es aquí en donde el slogan puede convertirse en la herramienta salvadora que te ayude a difundir los valores, la personalidad y la diferenciación de tu clínica o consultorio.
Todo slogan respetable debe reunir las siguientes características:
- Debe ser breve.
- Fácil de pronunciar y de recordar.
- Debe inspirar cosas positivas.
- De preferencia que esté implícita la misión de la marca.
- Que sea perdurable con el tiempo.
- Debe ser una frase que conecte con el público.
Redactarlos no es fácil, debes estar muy inspirado para encontrar aquel que logre conectar con el público al que deseas transmitir tu mensaje. Por lo tanto, queremos darte algunos consejos que pueden ayudarte a armar un buen slogan:
- Debe tener la propiedad de encajar en las conversaciones diarias de las personas, es decir, debe permanecer en la mente de la gente y ser un punto de referencia.
- El enunciado debe iniciar con un verbo o un imperativo, aspecto que le otorga movimiento, dinamismo y que llama a la acción de las personas. Algunos ejemplos de palabras son: “come”, “sueña”, “haz”, entre otras.
- Anteriormente no superaban las ocho palabras. Pero ahora las cosas han cambiado y debido a la velocidad con que nos movemos en a ciudad, se recomienda que un slogan sea de tres a cinco palabras.
- Para que sea fácil de memorizar, es aconsejable que tenga pocas palabras con pocas sílabas.
- Es preferible que deje de lado las abstracciones y uses palabras concretas.
- No uses metáforas o proverbios baratos. No uses frases trilladas que no le digan nada al consumidor.
Recuerda que un buen slogan debe ser fácil de identificar para que forme parte de la vida cotidiana de las personas. Cuando tu mensaje ha logrado posicionarse en la mente de la gente, habrás cumplido con tu propósito.