Tú trabajo como médico es indispensable para reconfortar a los pacientes que acuden contigo y que depositan su confianza en ti para obtener una solución (o al menos una respuesta) a sus problemas de salud. Por tal motivo, del mismo modo en que recurres a diversas pruebas ante de emitir un diagnóstico, también debes tener presente que las palabras que pronuncies durante las consultas médicas pueden ayudar al proceso de curación.
En ese sentido, dentro de tus actividades diarias, debes de considerar algunos aspectos adicionales para lograr satisfacer lo que tus pacientes esperan de ti, por lo cual es conveniente que a lo largo de cada una de tus consultas pronuncies las siguientes frases para asegurarte de ofrecer un servicio óptimo y superior al de tus colegas.
“No se preocupe, todo saldrá bien”
- En ocasiones, la saturación de información que actualmente se encuentra disponible gracias a internet provoca que los pacientes lleguen con demasiado miedo y nerviosismo al consultorio. Como una forma para calmarlos y lograr una consulta relajada, algo tan simple como una frase inicial de apoyo servirá de bálsamo.
“No es su culpa”
- Muchos pacientes suelen culparse a sí mismos de las enfermedades y problemas de salud que presentan, por lo cual debes de ser delicado con tus palabras y para evitar que desarrollen depresión o trastornos mentales, lo prudente es que siempre les digas que ellos no tienen la culpa.
“¿Hay algo más que pueda hacer por usted?”
- Es claro que al final de la consulta deberás ofrecer un diagnóstico y las indicaciones del tratamiento a seguir, pero recuerda que la mejor manera de concluir una consulta médica es con una pregunta de cortesía que demuestre tu interés por cada uno de los pacientes que acuden contigo.